La lluvia y el viento fueron los protagonistas a media mañana de ayer en la fiesta en honor a Sant Blai en Gorga. L'Agrupació Musical El Deliri de Gorga, como es tradición, estaba realizando un pasacalle -con la interpretación del pasodoble «Reina de Fiestas 1960» de José María Ferrero- para recoger a los festeros de este año y «als pans beneïts» cuando, de pronto, comenzó a llover granizo acompañado de fuerte viento. Un mal tiempo que obligó a cortar el desfile y a ir corriendo a la iglesia. Allí, decenas de vecinos de Gorga recibieron a los Quintos de este año (Álvaro, Gràcia, Eva, Joel, Tomás, Guillem y Marina) y a los hombres que portaban los enormes pane s- decorados con trazos de azúcar de colores que imitan un almendro en flor- en la cabeza con una fuerte ovación.

A partir de ahí, la celebración en honor al patrón transcurrió con normalidad ya que el párroco salió al altar mayor a bendecir estos alimentos y luego se celebró la solemne misa, que contó con la participación del coro de Benilloba. Mientras, la borrasca se fue alejando y dio paso al sol. Por ello, tras la eucaristía, los vecinos de Gorga y de otras poblaciones de El Comtat acompañaron la imagen de San Blas en procesión.

Una vez finalizó el recorrido, los devotos pudieron besar la reliquia del santo y recoger un trozo del pan bendecido previamente.