La revisión forense preliminar a la autopsia avala que el joven de Muro que apareció muerto el pasado lunes junto al río Serpis falleció por ahogamiento. El cuerpo, además, presentaba lesiones externas propias de arrastre, lo que parece confirmar las hipotesis iniciales de que fue arrastrado por las aguas del Serpis, que bajaban con fuerza como consecuencia del temporal.

Tal y como informó ayer este diario, Àlvar Aparisi Martínez, de 23 años, desapareció en la madrugada del sábado al domingo cuando al parecer se dirigía a una fiesta que se celebraba en una casa de campo en Benimarfull. Por motivos que no han sido aclarados, no localizó el lugar y decidió regresar a Muro por el antiguo camino que comunica ambos municipios.

La hipótesis que se baraja a partir de ahí es que al llegar al río Serpis, que bajaba con más fuerza de la habitual a causa del temporal, fue arrastrado por las aguas falleciendo ahogado. El cuerpo fue localizado ya dentro del término municipal de Alcosser de Planes, a escasa distancia del aeródromo.

A falta de conocer los resultados definitivos de la autopsia, la revisión forense preliminar ha concluído que presentaba claros síntomas de ahogamiento, así como lesiones externas propias de arrastre.

Con todo, el subdelegado del Gobierno en Alicante, Juan Antonio Gómez, consideraba ayer «precipitado» atribuir al temporal la muerte del joven. Tras señalar que la profundidad del Serpis «no era demasiada, pero más de lo habitual», de unos 40 centímetros, añadió que podría haber sido arrastrado por el agua o haber caído o tropezado. Eso sí, confirmó que el cadáver no tenía síntomas de violencia.

El Ayuntamiento de Muro, por su parte, ha declarado tres días de luto oficial por el fallcimiento del joven, por lo que las banderas de todos los edificios municipales estarán ondeando a media asta. El funeral será hoy a las 10,30 horas en la iglesia de San Juan Bautista.