El buen momento por el que atraviesa el turismo está contribuyendo también a reforzar las ventas en el textil. El incremento del número de clientes está llevando a hoteles y restaurantes a renovar mantelerías, cortinajes, ropa de cama y toallas, en una dinámica que está teniendo un peso importante en la reactivación que está experimentando el sector de los tejidos. Los establecimientos hoteleros se encuentran inmersos en un proceso de reconversión que se ha intensificado a raíz de los buenos resultados alcanzados en el año que acaba de finalizar.

El turismo ha vivido un 2016 espectacular, con unos registros que recuerdan a los mejores tiempos anteriores a la crisis. Nada menos que 75 millones de turistas visitaron España durante el pasado ejercicio, de los que seis millones corresponden a la Costa Blanca, con un gasto medio que se situó en los 1.023 euros. Este fenómeno, fundamental para la economía alicantina, está teniendo también repercusiones positivas para otro importante sector presente en la provincia, como es el textil, radicado fundamentalmente en las comarcas de l´Alcoià y El Comtat.

Según explicaba el secretario de la Asociación de Empresarios Textiles de la Comunidad Valenciana (ATEVAL), José Serna, el incremento de los clientes «está propiciando que todo el sector de la hostelería, restaurantes, bares y hoteles esté renovando mantelerías, cortinas, ropa de cama y toallas, lo que está teniendo un peso decisivo en la recuperación que están registrando nuestras ventas a nivel nacional».

Serna indicó que «todavía no se ha salido completamente de la crisis, pero no cabe duda de que la situación está mejorando y que el turismo es un factor importante en este sentido, sobre todo para empresas textiles como las situadas en estas comarcas, dedicadas principalmente a la tapicería y la decoración».

Por su parte, el presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de Benidorm y la Costa Blanca (Hosbec), Antonio Mayor, confirmaba que la planta hotelera del conjunto de España está inmersa en un fuerte proceso de reconversión. Según explicaba, «los clientes son cada vez más exigentes y quieren un producto de calidad, lo que está llevando a reconversiones totales de establecimientos».

Mayor destacaba que esta renovación «ya se estaba llevando a cabo hace cuatro y cinco años, en plena crisis económica, pero es evidente que se ha intensificado de forma notable en los últimos tiempos coincidiendo con el fuerte incremento de turistas. Hay dinero y se está reinvirtiendo para mejorar».

Este fenómeno, lógicamente, está beneficiando al textil, por la mayor demanda en cortinas, mantelería, ropa de cama o de baño, «pero también a otros sectores que de una forma u otra están relacionados con nosotros, como es el caso de los muebles o la decoración, entre otros».

Tanto desde la hostelería como desde el textil se espera que el «boom» del turismo se prolongue en el tiempo, por las sinergias positivas que se generan a todos los niveles.