Los buscadores de setas lo van a tener complicado este otoño. La larga y pertinaz sequía que viene sufriendo la provincia a lo largo de todo el año ha propiciado que la campaña se inicie con retraso, y que además pueda convertirse en una de las más flojas que se recuerdan. La esperanza, no obstante, está depositada en las lluvias registradas esta última semana, que podrían reconducir al menos en parte la situación.
La sequía está causando estragos en todo lo relacionado con el campo, y las setas no podían ser menos. La falta de lluvias a lo largo de casi todo el año ha propiciado que los montes de la provincia hayan estado hasta hace bien poco totalmente secos, impidiendo, salvo en enclaves muy concretos, que los hongos se hayan desarrollado.
Esta situación ha propiciado, de entrada, que la campaña vaya a iniciarse con retraso. Si el año pasado en la segunda semana de octubre ya se había iniciado la recolección, en el actual la ausencia de setas es prácticamente generalizada, salvo en algunos lugares que por sus peculiares condiciones orográficas han retenido mejor la humedad propiciada por precipitaciones muy puntuales.
Con todo este panorama, los cientos de aficionados que existen en la provincia se aferran a las lluvias registradas esta última semana como si de un maná se tratara. Lo idóneo sería que la situación de precipitaciones se mantuviera algunos días más, y que no llegase el viento, que es uno de los principales enemigos de las setas al resecar el terreno. Con estos condicionantes, de cara a la tercera semana de noviembre las setas podrían hacer acto de aparición en las sierras, aunque ahora mismo esta posibilidad no deja de ser una incógnita.
Los buscadores de setas, además, lo tienen complicado a todos los niveles, ya que si en otras ocasiones han logrado paliar la falta de ejemplares en otras zonas de España, este año no lo van a conseguir. Los montes de Teruel, una de las áreas más cercanas, están casi igual de secos que los de aquí, por lo que los níscalos también brillan por su ausencia. Lo mismo sucede, al menos de momento, en Ciudad Real.
En lo que respecta a los montes alicantinos, los más adecuados para encontrar setas son los situados en el interior norte, siendo las áreas de pinar su hábitat natural.
Vigilancia
Como viene siendo habitual, la Conselleria de Medio Ambiente, tiene previsto montar un dispositivo especial de vigilancia para evitar que la búsqueda de setas no genere destrozos en el monte. El control será más exhaustivo en los parques naturales de la Sierra de Mariola y la Font Roja, donde agentes forestales y personal de los propios espacios naturales estarán vigilantes con el objetivo de prevenir comportamientos inadecuados.
Cabe recordar, en este sentido, que no se permitirá que se recojan más de cuatro kilos de setas por persona y día, ni tampoco el uso de herramientas prohibidas como es el caso de azadas o ganchos. Además, para recolectar en terrenos privados se tendrá que contar con la autorización de los propietarios. Los incumplimientos de estas exigencias, que están contempladas en la ley forestal, podrían llevar aparejados la aplicación de sanciones en casos que se consideren graves. Con todo, el objetivo principal de la vigilancia pasa por fomentar la concienciación entre los aficionados.
