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Alcoy

Un movimiento de la ladera de Beniata rompió el tirante del Fernando Reig

Los técnicos barajan que el puente sufrió un asentamiento que destrozó el cable de aguante

Un movimiento de la ladera de Beniata rompió el tirante del Fernando Reig

El «vaivén» que los trabajadores que estaban sobre el puente Fernando Reig, en Alcoy, apreciaron a las 11 de la mañana del pasado 28 de julio se debió, con toda probabilidad, a un problema con la ladera de La Beniata, la misma que lleva más de dos décadas causando dificultades a las zonas industriales de Sembenet y Santiago Payá y también a la calle Doña Amalia, según ha sabido este diario. Fomento, no obstante, sigue sin pronunciarse sobre las causas, las consecuencias y los plazos para la reapertura, aunque esta semana se han intensificado los trabajos tanto de reparación como de análisis de los tirantes, con el apoyo de elevadores.

Desde el Ministerio se ha informado que los trabajos de investigación de la incidencia que mantiene el puente cerrado, así como sus efectos, y los de reparación del puente que ya estaban en curso en aquel momento, siguen y de hecho se han potenciado, como ha podido constatar este diario. Por el momento, sin embargo, siguen sin precisarse las causas que originaron el problema y los efectos, a la espera de que concluyan los estudios técnicos.

Los expertos barajan la hipótesis, según ha podido saber este diario, de que todo el problema se ha debido a la inestabilidad de la ladera de La Beniata. Cuando se produjo el primer movimiento del puente, los trabajadores que estaban en el estribo de La Beniata y sobre todo el conductor de una hormigonera que entraba, percibieron claramente que «la plataforma se hundió como un metro». Los técnicos consideran que esto se debió a un movimiento o un deterioro de los anclajes con la ladera, y que el descenso de la estructura rompió el tirante.

Hay que significar que, recientemente, los vecinos de la calle Doña Amalia -ubicada en la cota superior de la ladera- han vivido con la inquietud de las grietas en la calzada, que por el momento se han resuelto. Entre todo esto, el puente de acceso al polígono Santiago Payá está cerrado a cal y canto, después de que los soportes se rompieran por la inestabilidad de la ladera, que también causa notables quebraderos de cabeza a las naves industriales de la zona.

La anomalía con el puente, como se viene informando, se repitió el 8 de agosto, lo que provocó el cierre definitivo de la infraestructura, que hasta ayer carecía de fecha de reapertura, generando un fortísimo quebranto en el tráfico de la ciudad.

Fuentes del Ayuntamiento de Alcoy valoraron ayer como «altamente probable» la posibilidad de que la causa del puente haya que buscarla en la ladera, vistos los «antecedentes» de movimientos que tiene. De hecho, el puente del Santiago Payá -que aún no ha cumplido una década- tendrá que ser demolido ante la imposibilidad de recuperarlo y se está contemplando un nuevo vial, tal y como se viene informando.

Entre tanto, Fomento está trabajando de forma intensa en el puente esta misma semana, período en el que la actividad ha aumentado de forma importante. Por una parte, siguen en marcha los análisis de los tirantes, que estos días se han centrado en la parte alta de la estructura, en lo que puede suponer la recta final de este proceso de estudio.

Por otra, la empresa encargada de las obras de emergencia sigue operando en la estructura y estos días se ha constatado una ingente actividad. De hecho, ayer por la mañana más de diez operarios estaban en la zona en que se ha retirado la junta de dilatación, que todo apunta a que será reemplazada de inmediato. Esta actividad ha obligado a efectuar un importante boquete en la plataforma del puente, que además se sitúa en la que se produjo el eventual asentamiento.

Fomento está ejecutando obras de emergencia desde febrero, con un presupuesto inicial de 1,5 millones, para subsanar importantes deficiencias apreciadas en la estructura, por la acumulación de aguas generada por un fallo en los sistemas de drenaje. Fuentes consultadas han significado que la aceleración de estos últimos días puede estar motivada también por el interés de acabar las obras dentro del ejercicio por cuestiones presupuestarias.

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