Los cuatro únicos castillos que han sido objeto de rehabilitación integral en las comarcas de l'Alcoià, El Comtat y la Foia de Castalla son los que se ubican en Banyeres, Cocentaina, Penella y la propia Castalla. Las cuatro construcciones presentan un aspecto imponente fruto de las obras llevadas a cabo, y además se han convertido en un atractivo reclamo para el turismo.
Como en todos los asuntos que se precien, siempre hay algunas excepciones que confirman la regla. En medio del panorama desolador que configura el abandono al que se encuentran sometidos los castillos de estas comarcas, hay cuatro fortalezas que presumen de buen aspecto y conservación fruto de las intervenciones llevadas a cabo en las mismas.
La silueta del castillo de Banyeres, coronando el cerro del Tossal de l'Àguila, en el centro de la población, es absolutamente inconfundible. El grueso de la rehabilitación se llevó a cabo a principios de los años 80 y destaca por encima de todo la enorme torre del homenaje. Originario del siglo XIII, es la sede del Museo de las Fiestas de Moros y Cristianos, Además, alberga el acto de las Embajadas en la celebración que el municipio dedica todos los meses de abril a San Jorge.
El castillo de Cocentaina es un antiguo baluarte del siglo XIV de arte gótico militar. Está situado en la Sierra de Mariola, en una impresionante atalaya a cuyos pies se encuentra el casco urbano de la población. Pese a que se conservan restos de las murallas, el elemento que destaca por encima de todo es la enorme torre mayor, de planta cuadrada.
También en Cocentaina, pero en la pedanía de Penella, se encuentra el castillo del mismo nombre. Datado en el siglo XIII, destaca por su singular estética y una torre mayor de 15 metros de altura. Fue rehabilitado por el Ayuntamiento tras mantener un litigio por la propiedad del mismo. Las obras han consistido en la consolidación de la estructura.
Por último, hay que hacer referencia al castillo de Castalla, cuya rehabilitación es la más reciente. Sus orígenes se remontan al siglo XI, aunque con reformas posteriores entre los siglos XIV al XVI. Consta de tres partes: las murallas, la torre del homenaje, denominada Torre Grossa, y el palacio.
