El tren Alcoy-Xàtiva ha sufrido dos averías en el plazo de menos de una semana que han obligado a trasladar a los pasajeros en autobús. El primero de los percances se registró a la altura de Albaida y el segundo a la entrada de la estación de Ontinyent, donde los pasajeros tuvieron que caminar unos 200 metros por las vías para llegar al andén. Estos incidentes han vuelto a poner encima de la mesa la precaria situación en la que se encuentra la línea.
La primera avería se registró el pasado día 25 en Albaida, lo que obligó a Renfe a habilitar un autobús para trasladar a los viajeros hasta Alcoy. La segunda tuvo lugar el pasado viernes a las nueve de la noche, justo a la entrada de la estación de Ontinyent. Eran 30 los pasajeros que viajaban en ese momento en el convoy, los cuáles tuvieron que realizar un recorrido a pie de unos 200 metros y por las vías para alcanzar el andén. Los 20 que tenían como destino el municipio valenciano ya se quedaron allí, mientras que los diez que iban a Alcoy cubrieron el trayecto con un autobús habilitado por la propia compañía ferroviaria.
Fuentes de Renfe explicaron que los trenes que sufrieron las averías eran distintos, y que los pasajeros tienen derecho a la devolución del 50% del importe del billete.
Las averías no son un problema puntual. Por destacar las más sonadas, en 2014 se incendió un tren que partía de la estación de Ontinyent, mientras que en el centenario de la línea, en 2004, descarrilaba también en la misma zona justo el día antes de la celebración.
Proyecto pendiente
Sea como fuere, lo cierto es que lo sucedido ha vuelto a poner en evidencia la precaria situación en que se encuentra la línea, pendiente desde hace muchos años de un proyecto integral de reforma pactado entre el Ministerio de Fomento y la Generalitat que, con un presupuesto de 39 millones de euros, tiene que servir para mejorar el trazado y cambiar los trenes, lo que permitiría acortar el tiempo de viaje y mejorar las condiciones en que se realiza.
Sin embargo, los años han ido pasando sin que la actuación se haya llegado a acometer. De hecho, el Ministerio de Fomento sólo ha presupuestado en los últimos tiempos partidas testimoniales para la redacción del proyecto, que ni tan siquiera se han llegado a gastar.
Además, los recortes presupuestarios derivados de la crisis económica, añadidos a la situación de interinidad que se vive en el gobierno del país tras dos elecciones generales, han propiciado que el tren Alcoy-Xàtiva haya desaparecido de la agenda.
