La Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) ha decretado la emergencia por sequía, la máxima que existe, en las cuencas del Serpis y la Marina Baixa. La declaración llevará aparejada una serie de medidas restrictivas para el riego, así como el mantenimiento de unos caudales mínimos para procurar la supervivencia de la fauna piscícola. Se trata de las únicos sistemas de explotación de la demarcación del Júcar y, por extensión, de la Comunidad Valenciana, que se encuentran en esta situación, mientras que la Marina Alta tiene la declaración de alerta.

La sequía se está cebando con las comarcas del norte de la provincia, hasta tal punto que la Confederación Hidrográfica del Júcar ha decretado la situación de emergencia en el sistema de explotación del Serpis, que abarca las comarcas de l'Alcoià, El Comtat y la Safor, así como en el de la Marina Baixa. También se encuentra en situación de alerta la Marina Alta.

Tal y como informó este diario el pasado miárcoles, la situación en estas comarcas es complicada. Los pantanos de Beniarrés, Guadalest y Amadorio se encuentran bajo mínimos, y los problemas de abastecimiento de agua potable también están llegando a los municipios. Millena y Tollos, en El Comtat, están recargando sus depósitos con camiones cuba, al igual que Abdet, en la Marina Baixa. Otros pueblos como Famorca y Fageca van a seguir sus pasos en breve.

En medio de este panorama, la CHJ ha decretado en su último informe la emergencia por sequía en los sistemas de explotación del Serpis y la Marina Baixa. Para ello se han tenido en cuenta diversos factores, como el nivel que presentan tanto los embalses como los acuíferos.

Esta declaración implica la convocatoria de las comisiones de desembalse de ambas cuencas, al objeto de tomar una serie de medidas que contribuyan a aliviar el problema, compatibilizando en la medida de lo posible los diferentes usos.

En el caso del Serpis, la reunión ya se ha celebrado. De acuerdo con la información a la que ha tenido acceso este diario, de entrada se ha decidido restringir el riego en la zona alta de la comarca valenciana de la Safor, dedicada fundamentalmente a los naranjos, así como construir un pozo de 400 metros de profundidad para ofrecer una alternativa a los agricultores.

Asimismo, se ha acordado mantener un volumen mínimo de medio millón de metros cúbicos en el pantano de Beniarrés, así como respetar el caudal ecológico del Serpis, con el objetivo de preservar la fauna piscícola.

En el caso de la Marina Baixa, la reunión todavía está pendiente de celebración, pese a que según explicaba el secretario de la comunidad de regantes, Pedro Alemany, desde hace un tiempo se están espaciando las tandas de riego en lo que se configura como una medida preventiva. Como es sabido, el níspero es el producto estrella de esta zona. Por otro lado, en la ciudad de Benidorm sigue vigente la medida adoptada hace ya año y medio de ahorro de agua en el baldeo de las calles.

Paralelamente, desde que en 2015 se decretó la situación de sequía en el Júcar, se están llevando a cabo una serie de actuaciones en toda la demarcación como sondeos de emergencia para extraer aguas del subsuelo, o en el caso de la provincia de Alicante la elevación de agua desalada de Mutxamel hasta el pantano de Amadorio, entre otras medidas.

Cabe destacar que las cuencas del Serpis y la Marina Baixa son las únicas de toda la demarcación del Júcar y del conjunto de la Comunidad Valenciana que se encuentran en alerta máxima, mientras que la Marina Alta está en situación de alerta y el Vinalopó-Alcantí en prealerta.