La Dirección General de Carreteras ha autorizado la demolición de las antiguas naves de Maquinaria Ceres en la Beniata. La actuación se iniciará de inmediato, previsiblemente hoy mismo, con la finalidad de habilitar lo antes posible el desvío para el tráfico del puente Fernando Reig. Las obras conservarán la fachada y otros elementos interiores que no están en ruina.

El pasado 5 de agosto se licitaron las obras de demolición de las naves, que fueron adjudicadas a la empresa Asdal por 28.726 euros, lo que supuso un ahorro de 6.178 euros sobre el presupuesto inicial. La actuación es urgente, toda vez que el corte del puente Fernando Reig obligará a desviar el tráfico este mes de septiembre por la Beniata, que pasará a contar con doble sentido. En la actualidad esta medida no era posible, dado que uno de los carriles está cerrado por el riesgo de desprendimiento de las naves que se tienen que demoler.

La Dirección General de Carreteras, teniendo en cuenta que se trata de la travesía de la N-340, ya ha autorizado la actuación, por lo que las obras se iniciarán de inmediato, previsiblemente hoy mismo. De momento se empezará a trabajar por la parte de las naves en las que no hay amianto, toda vez que se está a la espera de que la Generalitat emita un informe en este sentido después de que el pasado lunes sus técnicos visitaran la zona.

Hay que recordar que la situación de ruina de estos edificios propició que el Ayuntamiento requiriera a la propia Generalitat para que actuara con urgencia, toda vez que eran de su propiedad. Tras acumular varias multas municipales por su inactividad y coincidiendo con el cambio de gobierno autonómico, el Consistorio adquirió los inmuebles por un precio inferior a su valor y se iniciaron los trámites para poder acometer la demolición lo antes posible. De hecho, la parte que pertenecía originalmente al Ayuntamiento ya fue derrocada a principios de año.

Manuel Gomicia, concejal de Territorio, recordaba que el problema «hacía mucho tiempo que estaba encima de la mesa y había que actuar. En cualquier caso, no nos vamos a quedar sólo en la demolición, sino que estamos trabajando en un proyecto que permita conectar el centro de la ciudad y el campus universitario con el resto de Alcoy».

La demolición no afectará a todo el complejo, toda vez que se mantendrá la fachada de sillería, así como otros elementos interiores que se han considerado interesantes por parte de los técnicos y que en la actualidad no representan ningún peligro al conservarse en buen estado.