Parece que fue ayer, pero pronto hará cinco años que Jesús Lidiano Llopis Jordá, antiguo director de la sucursal de la Caja de Crédito de Alcoy e hijo de su máximo responsable, se fugó de la cárcel de Villena, aprovechando su primer permiso. Esto ocurrió en noviembre y, de inmediato, las Fuerzas de Seguridad del Estado iniciaron su búsqueda, sin que a día de hoy se haya podido materializar su captura. Se sigue sospechando que está oculto en Sudamérica, con Venezuela o Colombia como principales localizaciones posibles.

Llopis tiene órdenes pendientes de búsqueda y captura de la Audiencia Provincial de Alicante y la Audiencia Nacional desde noviembre de 2011. La realidad es que su condena a tres años de prisión por insolvencia punible (quiebra fraudulenta) de la Caja de Crédito de Alcoy estaba a punto de cumplirse, pero luego se reveló que tenía otra pendiente por un asunto de tráfico de drogas que debería cumplir a continuación y que ha motivado la intervención de la Audiencia Nacional.

El exdirectivo no regresó a la prisión de Villena el 20 de noviembre de 2011 y desde entonces su paradero es una incógnita. Las Fuerzas de Seguridad han persistido en su rastreo, sin que hasta la fecha haya cuajado su localización. En la actualidad, se sigue considerando, según ha podido saber este diario, que está vivo y que hay un alto grado de probabilidad de que esté residiendo en Sudamérica, seguramente en Venezuela o Colombia.

La esperanza de las Fuerzas de Seguridad es que con la actual globalización informática se acabe consiguiendo su localización de una manera u otra en el momento más insospechado, ya que las órdenes de búsqueda y captura de ambas instancias judiciales siguen vigentes y su nombre figura en las listas de Interpol.

Llopis fue condenado al igual que su padre Jesús Llopis -que era el director general- y que la subdirectora, que también era de la familia. El principal cargo obtuvo la pena más dura de cuatro años de prisión, pero apenas cumplió unos meses por razones de salud y edad. La subdirectora, que entró en prisión tras la fuga, tuvo que cumplir la pena de tres años prácticamente completa , al temerse que siguiera la estela del otro directivo.