Alcoy siempre ha tenido sus propias ideas en materia política y sus objetivos particulares y en esta ocasión no ha sido una excepción. Como ya ha ocurrido otras veces, al estilo de la aldea de Astérix y Obélix, el mapa electoral deja una minúscula mancha en la ciudad, en un entorno distinto. Si antes solía ser roja, con el PSOE, ahora es el morado de A la Valenciana, el que se ha impuesto con claridad, «empañando» el océano azul que brilla en la provincia, con la excepción de Muro, donde se ha repetido idéntico resultado.
Sin embargo, no hubo fiesta. A la Valenciana había fijado la sede de la Filà Judíos como marco para la velada, donde las encuestas vaticinaban una «entradeta» festiva que no se produjo. La coalición ganó en Alcoy con 10.821 votos, pero esta cifra supone un descenso muy importante sobre los 12.987 que habían tenido Podemos/Compromís y EU en diciembre. Si a esto añadimos el revés nacional, con resultados no acordes con el ambiente y las encuestas, no es de extrañar que las sonrisas brillaran por su ausencia en la Filà Judíos.
Todo lo contrario ocurrió en el PP. La nueva sede fue un alborozo, tanto por la recuperación de votos -1.100 más que hace siete meses, hasta llegar a los 9.678- como por la quinta diputada, Lola Alba, exconcejal y miembro de la ejecutiva local, que vivió la fiesta en persona, con Rafa Miró, Fernando Pastor y demás.
En el PSOE, que estrenaba velada en su nueva sede de la avenida País Valencià, tampoco hubo jarana. Se vieron caras de circunstancias, dando a entender que el resultado no era el esperado, a pesar de una ligerísima recuperación de apoyos locales: 7.952 frente a 7.897 en los comicios precedentes. La pérdida de un diputado en la provincia no se compensa con la renovación de la plaza para Patricia Blanquer.
En Ciudadanos, el cuarto grupo en discordia, tampoco lanzaron las campanas al vuelo, pero tras la polémica interna con la ejecutiva provincial se pueden dar por satisfechos. Han reducido votos, quedándose en 5.172 frente a los 5.601 de diciembre, en lo que implica una pérdida de fuelle que aún podría haber sido mayor con la polémica generada.
En el conjunto de l'Alcoià-Comtat y la Foia de Castalla, el PP ha expandido su dominio de forma clara, con la excepción de Muro, donde se ha impuesto A la Valenciana, aunque con una significativa caída de votos; los populares han recuperado terreno, como también el PSOE.
En Ibi, el PP ha sido el único partido que ha experimentado un crecimiento, pasando de 4.429 a 4.866 votos, mientras A la Valenciana registra una contundente caída, bajando de 4.034 a 3.253. PSOE y Ciudadanos sufren ligeras reducciones, más destacada en el segundo caso.
