El casco antiguo de Alcoy fue escenario ayer de un auténtico despliegue en un intento de frenar la proliferación de ratas en tres puntos concretos: el área de Embajador Irles, Purísima, Sant Jaume y adyacentes, junto a las zonas de Casablanca y El Camí. «Son los tres puntos sobre los que tenemos denuncias vecinales», explicó el edil de Medio Ambiente Jordi Martínez, que acudió junto al responsable técnico Miguel Signes y a la gerente de Lokímica, concesionaria del servicio de desratización y desinsectación.
El despliegue se inició por la zona de Embajador Irles, donde, como informó este diario el jueves, se ha denunciado la proliferación de roedores, sobre todo en solares. De entrada, el personal de Lokímica constató que «las alcantarillas están limpias», al constatarse que los cebos «no están mordidos», explica la gerente. Sin embargo, sí se observaron huellas inequívocas en el solar. «El problema que tenemos es que podemos actuar en los solares públicos, pero no en los solares privados ni en las viviendas abandonadas particulares, que se están convirtiendo en auténticos focos. Podemos requerir y multar si no actúan, pero eso no acaba con la situación», indicó el concejal.
Así, el personal accedió a un solar de Virgen de Agosto, en el que «no debe haber ni una porque las trampas están intactas», agregó el concejal, pero los vecinos siguen denunciando que junto a los contenedores «se las puede ver con el tamaño de pequeños gatos», indicaron a este diario. Más tarde, acudieron a un solar en Barbacana repleto de basuras y con señales de hogueras. El personal, equipado con mascarillas, se introdujo en la zona para evaluar la situación.
A partir de ahí, el despliegue continuó en otras dos zonas del casco antiguo: la calle Casablanca y el Camí. «Se va haciendo un trabajo constante de control por parte de la empresa y los técnicos, pero es difícil intervenir en las zonas que no son públicas y ahí es donde tenemos el problema ahora», insiste Jordi Martínez.
La intención del Ayuntamiento se dirige en estos momentos a estrechar el control de solares y casas abandonas, exigiendo en los casos que sea posible y necesario la actuación para sanear los espacios.
