Como el verano o el festival de Eurovisión, que siempre acaban llegando, las etapas de interinidad se repiten periódicamente en el Partido Judicial de Alcoy, por causa de la carencia de plazas de magistrados: los jueces cumplen su etapa, ascienden y marchan a un nuevo destino. Por esta y otras circunstancias añadidas, los juzgados de Alcoy vuelven a encontrarse en una etapa con estas características, al contar en estos momentos con tres jueces sustitutos y sólo una titular, el del número 2, que, evidentemente, está asumiendo las funciones de decanato.
De hecho, recientemente se celebró la tradicional despedida del Colegio de Abogados a la juez del número 3, Rosa Desamparados Barea -que venía desempeñando también el decanato- toda vez que accede a un nuevo destino. Se da la circunstancia de que tenía la función de decana por causa de la marcha temporal de la juez del número 4, que sigue contando con la plaza pero está en comisión de servicios durante unos meses, según han informado las fuentes consultadas. El juzgado número 4 cuenta con un juez sustituto y llegará otro para el número 3. En idéntica situación se encuentra el número 1, atendido por un juez sustituto, a causa de la baja por maternidad de la titular.
De esta forma, desde la pasada semana de los cuatro juzgados del Partido Judicial sólo el 2 está a cargo de un juez titular, mientras los tres restantes lo estarán de sustitutos, una situación cuya duración es imprevisible.
«Hasta ahora llevábamos una temporada en que íbamos bien, pero acometemos otra transitoria, en que los sustitutos tienen que ponerse al día de los asuntos. Luego se nombrarán los titulares y volveremos a empezar», resalta el decano del Colegio de Abogados, Juan José Tortajada. A pesar de la buena voluntad que manifiestan los profesionales, hay «una etapa de transitoriedad que es necesario superar», agrega. En este caso, además, coincide con la nueva ley de enjuiciamiento, que, como se viene informando, está desbordando a la Fiscalía y se nota en todos los juzgados de España.
La situación de «provisionalidad» de los juzgados es ancestral, pues desde hace más de dos décadas se vienen reclamando por los sucesivos decanos del Colegio de Abogados y también por los responsables políticos las dotaciones necesarias que permitiesen disponer de plazas de magistrados. Las principales reivindicaciones han sido la disponibilidad de un juzgado de lo Social, otro de lo Penal y uno más de Instrucción, pero ninguna ha sido atendida. Únicamente se creó el cuarto juzgado de Instrucción, en la época de Miguel Peralta al frente de la Conselleria de Justicia.
Al margen, la infraestructura de los juzgados es penosa, a la espera de disponer de las nuevas instalaciones en la plaza Al-Azraq, tras un larguísimo proceso. La voluntad del Ayuntamiento es que pudiese materializarse durante el mes de agosto, pero en medios judiciales se baraja como plazo más razonable la recta final del actual ejercicio.
De momento, el convenio entre el Ayuntamiento y la Generalitat Valenciana ha sido suscrito, con el objetivo de acometer el traslado con la mayor celeridad posible. Sin embargo, es necesario efectuar obras tanto de reparación como de instalación de infraestructuras tecnológicas, que todavía no han sido ejecutadas.
