Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Patrimonio natural

El enorme jardín botánico de Mariola

Un estudio de un equipo dirigido por el biólogo Lluís Serra evidencia el gran valor del parque

El enorme jardín botánico de Mariola

Las casi 17.000 hectáreas protegidas en la Serra Mariola configuran un gran museo al aire libre en el que el excursionista puede disfrutar de las cavas de nievecavas de nieve, de los animales que corren o sobrevuelan este área natural, de infinitas fuentes y del nacimiento del río Vinalopó, que serpentea silencioso por este parque natural. Pero los visitantes también pueden observar, en sus paseos por estas salas naturales, la amplia exposición de plantas.

Lluís Serra, doctor en Biología y botánico, está realizando el importante trabajo de ir registrando cada una de las especies que se encuentra en este parque natural para catalogarlas y, puede, que en un futuro publicarlas en un libro. Una labor a la que se dedica en su tiempo libre y en la que también está contando con la colaboración de compañeros como Josep Oltra y Jaume Soler.

En su particular listado ya figuran 1.212 variedades de plantas, que ya suponen la mitad de las 2.500 de las que viven en los espacios naturales de la provincia, según explica el experto.

Este elevado patrimonio natural ya revela la riqueza con que cuenta está sierra que está abrazada por las poblaciones de Alcoy, Cocentaina, Muro, Banyeres, Agres y Alfafara, además de Bocairent, en la provincia de Valencia.

El clima, la altitud y la orografía han contribuido a lo largo de la historia a que este monte vaya acogiendo y conservando las diferentes plantas. Una gran colección que se sitúa según zonas ya que, según explica Serra, Mariola cuenta con una parte con clima litoral (que sería en los términos de Cocentaina o Muro, por ejemplo) y con otra de clima continental (la zona de Banyeres). También hay que tener en cuenta que este espacio natural tiene una altitud entre los 400 metros respecto al nivel del mar a los 1.390 de la cima del Montcabrer.

Pero, también, las plantas que visten esta montaña han sabido sobrevivir a los importantes cambios. «Mariola ha funcionado como zona de refugio» ya que «cuando han habido cambios climáticos las especies se han adaptado». Es decir, en ella viven poblaciones de plantas con una escasa representación, pero que eran comunes en otras épocas. En este sentido, habían muchas especies tropicales hace miles de años, pero cuando las temperaturas y las lluvias fueron girando a otros extremos, éstas fueron desapareciendo. Pero no del todo, «porque en barrancos muy cerrados, lluviosos y cálidos se refugiaron especies tropicales» y en estos lugares siguen viviendo.

Cuando llegaron las glaciaciones, sus características plantas emigraron hacia el sur y se implantaron en Mariola, sobre todo en las partes más altas. Testigos vegetales de aquella época son los abetos. El tejo es otro de las árboles que se «instaló» hace muchos siglos en estas tierras alicantinas. Serra recuerda que en la zona de Agres empezaron a salir poblaciones de «teixos» llegando a formarse un bosque con muchos ejemplares. Pero «en 1979» hubo un incendio que «quemó» gran parte de esta familia y solo sobrevivieron a las llamas 32 ejemplares «que son más que milenarios».

La flora mediterránea es protagonista en la Serra Mariola, pero también hay joyas vegetales de otras partes del mundo y que han llegado hasta el norte de la provincia con los «vientos» eurosiberianos, del norte de África o tropicales. El conjunto de todo ello hace que la lista de especies sea larga. Un catálogo en el que figuran unos 30 tipos de orquídeas, especies bulbosas, romero, salvia o manzanilla borde, entre otros, que habitan en los pastos, barrancos y en las cotas más altas de este monte tan apreciado por los vecinos de l'Alcoià y El Comtat.

Ilustres botánicos internacionales visitaron en el pasado Mariola y ya dejaron por escrito las especies que se encontraron a su paso por este enclave alicantino. Con el paso de los años, este registro histórico natural fue incrementándose y ahora, gracias al estudio que está realizando Serra, se va perfilando el número de especies, que en estas fechas son de 1.212, según informa el botánico, sin descartar que puedan haber más.

Todo un contenido que se nutre de «unificar material, ver lo que hay publicado y recoger» información in situ, y que puede que en un futuro se vea reflejado en un libro.

De momento, Serra recoge muestras, las estudia y las guarda en su herbario, donde ya tiene una colección de 4.500 especies (procedentes de muchas partes del mundo) recogidas en 12.000 pliegos.

Mientras, en Mariola quedan muchos ejemplares de las miles de plantas que nos invitan a conocerlas y a respetar estos diamantes de la naturaleza.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats