La Entrada de Moros y Cristianos de Onil lució ayer con todo su esplendor a pesar de la lluvia. Más de 1.200 personas y 21 bandas de música participaron en el desfile, el cual estuvo marcado por el retraso de media hora del inicio debido a la inestabilidad meteorológica.

Onil se encuentra inmersa en las Fiestas de Moros y Cristianos desde el miércoles, cuando por la noche tuvo lugar el tradicional desfile de l'Olleta. Festeros y demás vecinos de la población disfrutaron de un preámbulo marcado por la música y el buen ambiente.

Siguiendo el programa, la villa muñequera alcanzó ayer una de las jornadas más destacadas, tanto por sus actos como por la alta participación, y en la que la inestabilidad meteorológica cobró protagonismo. A pesar de las nubes y el grisáceo cielo, por la mañana se pudo celebrar el guión previsto sin problemas, por lo que a las doce en punto dio comienzo el rezo del Ave María frente al Palacio del Marqués de Dos Aguas.

La interpretación de los himnos, dirigidos por Carlos Esteve Doménech, abrió paso al concurso de Bandas de Música, el cual concluyó a mediodía, por lo que hubo un receso para comer y descansar antes del inicio de la Entrada de Moros y Cristianos.

Poco antes de las cinco y media de la tarde, los primeros boatos y carrozas ya estaban preparadas en la calle Isabel Llorens Guill, los festeros en Santa Ana y las bandas de música en el parque dels Reïs Mags, organizándose para bajar por Maestro Giner e iniciar el desfile en la avenida de la Constitución. Sin embargo, la inestabilidad del tiempo llevó a la organización a retrasar media hora el inicio del desfile, el cual dio comienzo a las seis en punto.

Más de 1.200 personas participaron en el vistoso acto acompañadas, como no podía ser de otro modo, por la música festera que interpretaron las 21 bandas de música y los grupos de percusión que formaron parte indispensable de la Entrada.

El bando de la cruz hacía su entrada triunfal en la población siguiendo los estandartes de las seis comparsas, de la Asociación de Comparsas y del Centro Instructivo Musical de Onil. La comparsa Cristianos fue la primera en desfilar, seguida de los Vizcaínos y los Estudiantes, acaparando toda la atención con sus respectivas capitanías Centuriones, El Colpet y la familia Juan-Sánchez.

A pesar de que la tarde de ayer no destacó por el buen tiempo, los festeros y demás componentes de los boatos pudieron disfrutar del acto y estuvieron arropados en todo momento por un nutrido público que se agolpó a lo largo del recorrido para deshacerse en aplausos.

La falta de sol tampoco mermó la vistosidad de los metales que lució el bando cristiano, cuyas vestimentas también estuvieron cargadas de color y llamativos diseños.

La comparsa Moros recorrió la avenida Constitución seguida de Marrocs y Moros Artistes, pisando los talones a sus adversario. La ostentosidad marcó, una vez más, el desfile de este bando, cuyos componentes lucieron asombrosas prendas repletas de color, plumas y perlas.

Las capitanías Dushara, familia Biedma-Sanchís y Agafa'm el Trabuk fueron las representantes de las tres comparsas de las huestes moras, las cuales tuvieron menos suerte que las cristianas y acabaron mojándose.

Con todo, y pese al viento, la lluvia y el frío, el acto pudo celebrarse con total normalidad y sin que se produjesen incidentes destacados.

Las Fiestas en honor a la Virgen de la Salud continúan hoy con el Primer Dia de Trons y las primeras guerrillas, destacando la tradicional «Ballà de les Banderes.