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De Onil a los abismos oceánicos de Costa Rica

Un colivenc trabaja como buzo de plataforma petrolífera con sólo 20 años

De Onil a los abismos oceánicos de Costa Rica

José Marín se encuentra destinado como buzo comercial profesional internacional en Costa Rica, concretamente en la zona de Puerto Limón, donde en estos momentos trabaja de la mano de su empresa CR Diving Operation en el proyecto de la nueva terminal de contenedores del Atlántico. Según manifestaba, se trata de un buceo «no recreativo, con un tipo de formación profesional cualificada, donde se usan mezclas de gases, escafandras, cascos y umbilicales, siendo siempre auxiliados y dirigidos desde la superficie».

Relata que nunca le habían interesado el mar y el agua. «Es más, cuando veraneaba con mis padres en la playa prefería bañarme en la piscina del hotel, porque siendo un niño tuve dos experiencias con la picadura de un pez araña en un mismo verano».

Sin embargo, sus padres le ofrecieron en el verano de 2013 la posibilidad de realizar un curso de socorrista acuático en Alicante, y en 2014 también sus progenitores le propusieron seguir su formación con un curso de buceo de la Politécnica de Cartagena, en la Escuela Militar de la Armada.

«Una vez terminé esa formación -señala-, de tener miedo a peces arañas, pasé a estar rodeado de tiburones tintoreras y delfines. Supe que ese era mi mundo y que para vivir del buceo tenía que dirigirme a la rama comercial, puesto que en la recreativa es muy complicado».

Es por ello por lo que para obtener una titulación reconocida por la Asociación de Empresas de Buceo Internacional decidió con sólo 18 años dirigirse a la considerada mejor academia del mundo, The Under Water Centre, ubicada en Fort William (Escocia). «Era el alumno más joven de la academia e hice el curso más completo que existía para el buceo internacional, obteniendo titulaciones esenciales en esta materia y otras complementarias como pilotaje de embarcaciones. Con todo, fue una formación muy dura y también cara, pero con la recompensa inmediata que supone encontrar un trabajo».

De hecho, su primer contrato lo firmó con 19 años, y ahora está en Costa Rica. Según sus palabras, «es un trabajo que se asemeja a la vida militar, donde la organización se basa en la disciplina y mando por escalafón, dependiendo de la experiencia y formación de los buzos. Mi idea para el futuro es hacer buceo de alta profundidad, en cápsula submarina, que tiene mayor riesgo pero al mismo tiempo es emocionante y bien pagado».

José Marín anima a los jóvenes a que no sólo vean su futuro en la formación universitaria, porque no siempre es garantía de trabajo. «El mundo anglosajón y estadounidense es mucho más abierto en la formación privada, eso sí, siempre que el título tenga su reconocimiento internacional».

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