Las Fiestas de Moros y Cristianos de Banyeres están llegando a la recta final. Las embajadas y el disparo de arcabucería protagonizaron ayer la tercera y penúltima jornada, dejando un fuerte olor a pólvora en la población.

Los actos de culto al patrón celebrados el sábado dieron paso a la jornada más sonora de las Fiestas de Moros y Cristianos. Tras la «despertà» protagonizada por la comparsa moros Vells, a las 7.30 horas de ayer empezó la Diana, coincidiendo el inicio y el final del acto en la plaza Major.

Acto seguido, los festeros se dirigieron al Barranc Fondo, donde desayunaron en las sedes de las comparsas. El breve descanso les sirvió para coger fuerzas para llevar a cabo la tradicional batalla de arcabucería.

El simulacro de combate empezó en la Serreta de la Neu encabezada por los embajadores de ambos bandos y por los cargos festeros. Al finalizar, en el Barranc Fondo, tuvo lugar el tradicional «Ball de Banderes».

El fuerte olor a pólvora y los estruendos de los arcabuces llegaron a todos los rincones de la población instantes después, cuando dio comienzo el disparo de arcabucería con la comparsa Jordians dirigiendo a las tropas cristianas y los Moros Vells al bando moro. La batalla transcurrió por las calles Conqueridor, Sant Josep, Misericòrdia, Sant Miquel, Nou y Colón, cruzando la plaza Major y atravesando la calle Felip V para concluir ante el monumento a San Jorge.

En torno a las 13.30 horas, en el castillo tuvo lugar la Embajada mora y, tras este acto, los festeros se fueron a descansar para continuar por la tarde. El concejal de Fiestas, Fernando Sempere, indicó que «este año hemos comprado 238 kilos de pólvora», frente a los 150 de las Fiestas de 2015. Éste incremento del 28%, según recalcó el edil, supone «un repunte en la participación» en unos actos que «en los últimos años estaba perdiendo festeros», concluyó.

La batalla continuó en torno a las 17.30 horas en la calle Mariola con la comparsa Califes al frente de la formación mora y els Cristians en el otro bando. El recorrido, en esta ocasión, transcurrió por la plaza dels Plàtans,la avenida dels Furs, calle La Creu, plaza del Ayuntamiento y Major y calle Felip V, concluyendo frente al patrón.

La Embajada cristiana supuso la reconquista de la población para este bando y dio paso a las embajadas humorísticas.

Las Fiestas finalizan hoy con el emotivo Día del Santo Cristo, en el que destaca el disparo de salvas en el cementerio en memoria de los difuntos. La designación de nuevos capitanes será el otro acto más importante de la jornada.