El Contrabando marca el estreno del día del Alardo. Cada 24 de abril, festeros de los Andaluces y de los Labradores protagonizan su particular diálogo humorístico lleno de peticiones. Este año, los componentes de ambas formaciones fueron fieles a esta cita y a primera hora de la mañana, los principales personajes de la representación, tanto desde la plaza como desde las almenas del castillo, pronunciaron sus textos que hicieron reír al público.

Lo habitual es que con el sonido de los truenos se escriba el punto final a este primer acto de la última jornada de la Trilogía.

Sin embargo, este año hubo un extra que llegó horas después. Y es que tras la lucha con armas blancas de los cargos festeros y la toma del castillo por parte de las huestes de la media luna, los Andaluces y Labradores volvieron a tomar posesión del escenario festero para volver a representar su diálogo humorístico.

El motivo de esta repetición, o también se podría denominar «recontrabando», no era otro que celebrar con los espectadores que este simpático acto cumplía cien años desde que ambas filaes lo representan. Así que los protagonistas quisieron regalar a sus seguidores con otra «función», que transcurrió en un abarrotado aforo, en la que pusieron en escena su particular cara a cara.

Un labrador en un carro tirado por un caballo y un andaluz a lomos de otro, iniciaron la conversación en el mismo Cantó Pinyó. Un diálogo, en castellano y en valenciano, que se fue desarrollando ante la mirada de la multitud y mientras los protagonistas avanzaban unos metros.

Después, los parlamentos se fueron intercambiando desde la fortaleza y la plaza y provocando las risas entre el público. Y es que la conversación tuvo sus dosis de humor con temas como los ERE de Andalucía o que los Labradores ganaron a los Andaluces en el trofeu filaes de petanca.

Entonando el Himne de Festes y desfilando al son de «Ragón Falez» y «Pas als Maseros» se puso punto final a esta fiesta especial del centenario del Contrabando entre Maseros y Andaluces.