El antiguo bar del polideportivo Francisco Laporta, de Alcoy, se ha consolidado un año más como centro de distribución de la pólvora para el Alardo que, en la presente edición, ha vuelto a recuperar la mítica cifra de los 3.000 kilos, lo que revigoriza el espectáculo. El proceso se desarrolló con normalidad, bajo estrictas medidas de seguridad y con vigilancia de Intervención de armas de la Guardia Civil.

Conforme a lo previsto, según ha explicado el ponente de Fiestas de la Asociación de San Jorge Francisco Cantó, el transporte de la pólvora llegó a primera hora, efectuándose la preparación en el recinto, que había sido convenientemente limpiado a primera hora de la mañana por el personal del polideportivo.

A las 10,30 horas, se inició el reparto con fluidez y entre grandes medidas de seguridad. A cada asistente se le entrega un folleto con las medidas básicas de seguridad, en tanto debe mostrar el carnet de conducir para retirar su kilo de pólvora, documento que habilita como prueba sicotécnica para la manipulación del arma.

«Toda la mañana ha ido tranquila, sin afluencias excesivas, que se han acrecentado un poco por la tarde», explicó Cantó, que detalló que la operación continuará esta mañana hasta su conclusión.

La pólvora se ha incrementado en torno a un 10% este año, sumándose al aumento similar que tuvo el año anterior, situación a la que han contribuido las subvenciones que mantiene vigentes la Asociación de San Jorge.