El Campus de Alcoy de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV) ha duplicado en muy poco tiempo su área de influencia, mediante la apertura de sedes en Mutxamel, Villena y Xàtiva, siendo un aula delegada en este último caso. La Universidad, según explica el director Juan Ignacio Torregrosa, tiene como objetivo captar nuevo alumnado, a la vez que estrechar relaciones con las instituciones y el mundo económico.
Esta coincidencia en el tiempo casi día por día, obedece sin embargo a razones distintas. «Villena llevaba años interesándose y la mayoría absoluta de los Verdes, que lo apoyaban, lo ha permitido; Mutxamel se interesó el pasado verano, a iniciativa de su Ayuntamiento y en Xàtiva el cambio de gobierno nos ha permitido recuperar el aula que ya tuvo la EPSA entre 1999 y 2007, impartiendo clases de FP. En este caso el acuerdo es con el conjunto de la UPV, pero la gestionará el Campus de Alcoy», explica Torregrosa.
El objetivo, en los tres casos, es idéntico: «todos quieren tener las universidades cerca, especialmente las públicas, para ver qué pueden aportar a los ciudadanos. En nuestro caso, nos permite estar cerca de nuestros alumnos y del tejido económico porque a veces tenemos la sensación de que con la distancia se desdibuja la universidad, y más en nuestro caso. Por ello, tenemos que contar quién somos y qué hacemos para que nos conozcan mejor».
En este contexto, el director reconoce que en apenas unos días «el Campus de Alcoy ha duplicado su marco de influencia, contando con espacios físicos y apoyo institucional para hacer captación de alumnos. Asimismo, queremos dar respaldo a los ayuntamientos, a las instituciones y a las empresas, a través de formación permanente y otras actividades».
En resumen, la UPV, a través del Campus de Alcoy busca «ser más eficaz en sus relaciones con la sociedad, como han hecho otras universidades. A nosotros nos interesa vender ciudad y Campus, en un territorio en el que la Universidad de Alicante está muy extendida, con sedes en Benilloba, Cocentaina y la Font Roja, además, de la cátedra de Antoni Miró, en lo que respecta a nuestro ámbito más cercano. Y la Miguel Hernández tiene sede en Altea, porque no podemos dejar de lado que en la provincia de Alicante hay tres universidades públicas».
En este contexto, Torregrosa subraya que «nuestro Campus está especializado en tecnología y negocios y eso nos diferencia del conjunto, con la particularidad de que desde 1853 estamos especializados en esto». Por eso, se está expandiendo a través de sedes en l'Olleria, Banyeres, Mutxamel, Villena, Xàtiva y la Mancomunidad Comarcal, itinerante en este último caso. «La Europa futura es la de las ciudades y hay mucho movimiento a la hora de relacionar el conocimiento con las ciudades. Nosotros tenemos una especial relación con Alcoy, donde está nuestra sede, con la que tenemos en marcha dos cátedras y futuros proyectos», agrega el director.
En cuanto al ejercicio de 2016, Torregrosa explica que «de momento resulta muy intenso, con las sedes, pero tranquilo desde la perspectiva académica. Estamos trabajando con las acreditaciones de las titulaciones y pensamos que todo irá bien; también cuadramos los presupuestos, en un contexto de fuertes restricciones».
