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La mujer más valiente del mundo

En el invierno de 1878, los entusiastas espectadores de Alcoy y Alicante asistieron, fascinados, a la actuación de Miss Milli Carlota conocida como la «Reina de los leones», la única mujer en el mundo capaz de enfrentarse a estas fieras en el circo

La mujer más valiente del mundo

En 1875, una compañía variopinta de acróbatas, gimnastas y domadores de fieras, que respondía al título de «Los Atletas Rusos», dirigida por Mr. Feeley, inició una gira mundial que les llevaría desde tierras americanas hasta las principales ciudades europeas. Buena parte de los miembros de la compañía eran, además, familiares del propio Feeley y alcanzarían una gran fama años después en los colosales circos americanos Ringling y Barnum. Con los Feeley viajaba también el célebre matrimonio formado por el coronel Edgar Daniel Boone, un veterano militar de las guerras coloniales, reconvertido en cazador de fieras en África y domador de circo, al que acompañaba su esposa, que se hacía llamar artísticamente Miss Milli Carlota.

La compañía «Los Atletas Rusos» llegó a Santander, desde La Habana, en julio de 1878. Desde la capital cántabra iniciaron una gira por las mayores ciudades españolas, hasta llegar en septiembre a Madrid, donde habían previsto su gran debut en el Circo Price. Sin embargo, al no haber concertado con antelación el alquiler del local, debieron aplazar su estreno hasta el 11 de octubre. La prensa, mientras tanto, anunciaba las dos grandes estrellas del espectáculo: «la reina del aire y primera gimnasta de América» Miss Emma Jutau, y el valeroso coronel Boone, con sus cuatro leones africanos y los dos cachorros nacidos en Cuba unos meses antes. También se comunicaba que le acompañaría en algunas funciones «La reina de los leones», Miss Milli Carlota, «la única mujer en el mundo que se atrevía a encerrarse con cuatro leones africanos en la jaula donde los guardaba el audaz coronel Boone».

La compañía sólo programó tres funciones, pues el 14 de octubre ya tenían cerrada una actuación en Zaragoza. Finalmente, ese 11 de octubre, previo a la fiesta de la «Pilarica», y ante una numerosa concurrencia, el coronel Boone fue sumamente aplaudido por el público, que premió sus arriesgados ejercicios de doma con los leones. Todos los demás artistas, y especialmente Miss Emma Jutau, recibieron también grandes aplausos.

Tras actuar asimismo en Barcelona y Valencia, «Los Atletas Rusos» tenían previsto hacer parada en Alcoy y en Alicante. El 28 de noviembre, el periódico alcoyano «El Serpis» avisaba a sus suscriptores que «la magnífica compañía de gimnastas conocida con el nombre de Atletas Rusos» llegaría probablemente al día siguiente, y se detendría unas breves jornadas, con la intención de que los espectadores locales pudiesen «admirar a la intrépida cuanto bella Miss Emma Jutau» y «a la Reina de los leones, única en el mundo». La compañía efectuó, finalmente, dos sesiones, una el sábado por la noche en el Teatro Principal, y la segunda, el domingo por la tarde, en la plaza de toros. Los espectadores alcoyanos salieron aterrorizados tras observar como la intrépida Miss Carlota introducía su cabeza en las fauces de los leones, con riesgo de su propia vida.

Concluida su estancia en Alcoy, «Los Atletas» se presentaron en Alicante el 3 de diciembre, según noticia del periódico alicantino "El Graduador"». En la capital lucentina sólo ofrecerían tres funciones, pues tenían previsto continuar rápidamente hasta Cartagena, Almería y resto de Andalucía. La crónica publicada en otro periódico alicantino, «El Constitucional», deja bien claro el impacto que causó la actuación de «Los Atletas Rusos»: «esta magnífica compañía de acróbatas que dirige el ya célebre Feeley es, sin disputa, de las más notables que se han visto en Alicante de muchos años a esta parte, tanto por su numeroso personal, como por las suertes que ejecutan todos sus individuos, que a pesar de ser muy jóvenes en su mayoría, poseen fuerzas hercúleas y una agilidad pocas veces vista».

Miss Carlota, mientras tanto, seguía a lo suyo, jugándose la vida con los leones, lo que dio fruto a cantidad de pábulos, como el que llegó a la prensa en mayo de 1879, cuando un periódico de Córdoba hubo de desmentir las noticias que llegaban de Ceuta, de que Miss Carlota había sido devorada por los leones del coronel Boone.

Como era costumbre en el mundo de la farándula, al concluir esta gira, la compañía se disolvió y cada artista buscó otros derroteros. El coronel Boone, por lo que hemos podido rastrear en la prensa, se asoció en 1881 con los hermanos Francisco y Domingo Rizareli en el Circo Balear, figurando ya como director del espectáculo. En la temporada de 1891, Boone y Miss Carlota formaron parte del famoso circo británico de Forepaugh, ya en los últimos años de apogeo del circo europeo. A partir de entonces, Estados Unidos iba a ser el gran polo de atracción de los artistas europeos, gracias a la pugna entre los dos colosos circenses, Ringling y Barnum. El coronel Boone, para congraciarse con el público estadounidense, se atribuyó ser descendiente del famoso pionero de Kentucky, Daniel Boone, a quien consideraba su tío. Se asoció con otro artista circense, Gorman, para establecer en Tennessee un circo estable con espectáculos de magia y animales salvajes, que tuvo mucha popularidad en su época.

En cuanto a los Feeley, Anita se convirtió en una de las principales atracciones circenses por sus cabriolas a caballo en los circos Ringling y Barnum. Mickey Feeley fue un popular acróbata, mientras que Amelia Feeley fue una pionera de la doma de caballos. Mientras tanto, la bella gimnasta Emma Jutau, que tanto había cautivado a alcoyanos y alicantinos, se consagró como una de las estrellas del Folies Bergère de París a principios del siglo XX.

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