El corazón de la ciudad vibró ayer por la tarde a ritmo de Carnaval, todo gracias al desfile organizado por el Ayuntamiento de Alcoy y la empresa Sea Eventos para celebrar esta fiesta, eso sí, en pleno tiempo de Cuaresma. Sobre las siete de la tarde, y todavía sintiendo las rachas de viento, la céntrica zona fue acogiendo al numeroso público y a los disfrazados que subían hacia la calle San Vicent, punto de encuentro para iniciar el pasacalle. Media hora después, el hervidero de gente que había en el Partidor se fue transformando en una marea de color y diversión que fue invadiendo el itinerario marcado.

Una «fantasía medieval» y una batucada abrieron la comitiva de la fiesta del color. La música fue guiando a los participantes que, para la ocasión, lucieron una gran variedad de disfraces entre confeccionados a mano con telas, cartón y otros materiales o adquiridos en los establecimientos especializados.

Alcoyanos vistiendo los tradicionales trajes de payaso, piratas, abejas, vacas, policías o brujas pisaron esta alfombra del humor pero también, las miles de personas que se congregaron en la calle San Nicolás, plaza de España, San Lorenzo y Mossèn Torregrosa pudieron disfrutar del paso de grupo de amigos, componentes de asociaciones y familias que lucieron originales diseños. En este capítulo hay que mencionar al colectivo que iba disfrazado emulando a las fichas del juego «¿Quién es quién?», otros iban caracterizados con los tableros, cubiletes, dados y fichas del juego del parchís, una representación de mexicanos, emoticonos o la predicción meteorológica, ya que algunos de los integrantes del acto iban cubiertos de nubes, lluvia, sol o tornados. Otro colectivo nos trasladó hasta Asia porque sus componentes llevaban trajes típicos de este continente y bailaban junto al característico dragón chino y unos niños, con sus motos de cartón, protagonizaron una simpática carrera que fue observada por sus peculiares mecánicos, que eran sus padres.

Las películas formaron parte del guión de este pasacalle ya que personajes de «Star Wars» o «La Máscara» desfilaron por las calles alcoyanas y se marcaron unos baile. Y el cante también fue protagonista gracias a la aparición de «Isabel Pantoja» cantando uno de sus temas en su celda de la cárcel de Alcalá de Guadaira o a las flamencas de un tablao.

Los participantes no cesaron de bailar al ritmo de la música en directo por las interpretaciones realizadas por las dos batucadas, cuatro grupos de dolçainers i tabaleters y una charanga, o en diferido ya que se pudieron escuchar diferentes canciones a través de los altavoces que viajaban en los carros o plataformas. Asimismo, durante el acto los espectadores, tanto locales como foráneos, también observaron las coreografías que desarrollaron ocho ballets a lo largo del recorrido por el centro de la ciudad. Estos colectivos vienen preparando los bailes durante semanas y, ataviados con disfraces, deleitan al público con unos animados bailes.

El color, la música, la originalidad, el baile y muchas dosis de diversión fueron algunos de los ingredientes de la novena edición de este desfile de Carnaval, que en Alcoy se celebra una semana después -ya tras el entierro de la sardina y el miércoles de ceniza- para no coincidir con otras celebraciones de disfraces como la que se desarrolla en la vecina localidad de Muro.

El multitudinario pasacalle terminó sobre las nueve de la noche en la Plaça de Dins y cuando ya no había ni rastro del viento y la temperatura era agradable. En este singular enclave de la ciudad tuvo lugar la entrega de premios -en las categorías de adultos, infantil y mejor ambientación- y el colofón de la fiesta estuvo marcado por el ritmo de una discomóvil, que siguieron sobre todo los jóvenes.