El alcalde de Benejúzar, Antonio Bernabé (PP), declaró ayer en los juzgados en calidad de investigado (similar a imputado) por un presunto delito de prevaricación en el marco de una investigación iniciada a raíz de la denuncia de un agente que alertó que tanto él como el jefe de la Policía Local habrían bloqueado la tramitación de decenas de multas y sanciones sin causa justificada y de forma arbitraria. A este respecto, el regidor manifestó al juez que las acusaciones son falsas y que suponen una venganza de un policía que fue suspendido de empleo y sueldo por desacato e insubordinación.
Tras su declaración, Bernabé dijo ayer que afrontó el proceso «tranquilo» y que contestó a todas las preguntas mientras su defensa aportó pruebas de que «todas las acusaciones son falsas». En ese sentido, confió en que «quedará demostrado que todo es falso» y concluyó que sólo queda esperar «que la justicia sea justa».
La denuncia que motivó ayer la declaración de ambos con asistencia letrada detalla una práctica continuada de bloqueo de numerosas multas de tráfico y de infracciones urbanísticas, apuntando que varios agentes habrían recibido supuestamente órdenes directas del alcalde y del jefe de la Policía para suprimir sanciones a determinadas personas. Recoge que la negativa de uno de los agentes a acatar los requerimientos del primer edil se tradujo en represalias.
Supuestamente se habrían beneficiado de esas prácticas amigos y familiares de ambos. De igual forma, se aseguraba que el jefe de Policía no cursó 14 denuncias por robos con fuerza, robos en domicilios o actos vandálicos sucedidos entre 2012 y 2014 y permanecieron en el olvido hasta la fecha en la que interpuso la denuncia.
El denunciante señaló que el regidor y el jefe de Policía pudieron cometer delitos de prevaricación administrativa, tráfico de influencias, omisión del deber de perseguir delitos y contra la integridad moral, de los que acusa asimismo losconcejales benejucenses José Francisco García y Joaquín Gumbao y a la exedil Amelia Ruiz.
