La natalidad ha tocado fondo en Alcoy con sólo 364 nacimientos en 2015, en un fenómeno que los expertos conectan directamente con la falta de inversión por parte de las empresas, lo que ha propiciado que parte de la población joven se marche de la ciudad ante la consecuente caída del empleo. Así lo opina Rafael Sebastiá Alcaraz, profesor de Geografía Humana de la Universidad de Alicante, quien señala además que es necesario un cambio de estrategia para fomentar el crecimiento económico y poblacional.
Tal y como informó este diario, la natalidad cayó el año pasado en Alcoy un 27%, al registrarse tan sólo 364 nacimientos. Se trata de la cifra más baja desde 1996, que además propicia un crecimiento vegetativo negativo de 142 personas al haberse producido más fallecimientos. El padrón municipal, además, refleja en estos momentos un total de 61.542 habitantes, después de que a lo largo de 2015 la ciudad perdiera 180 vecinos.
A la hora de buscar las razones de este hundimiento del número de nacimientos -364 frente a los más de 1.000 que se registraban con anterioridad a 1996-, los expertos destacan que uno de los motivos está relacionado directamente con la industria. Así lo señala el profesor Rafael Sebastiá Alcaraz, autor en su momento de un estudio sobre la inversión industrial en la provincia de Alicante entre los años 1970 y 1991, y entre cuyas conclusiones ya se apuntaba lo que está sucediendo en estos momentos. «En el informe -destaca- se veía claramente cómo en los lugares en los que no había inversión industrial la demografía iba bajando, y en esos momentos este problema ya señalaba directamente a poblaciones como Alcoy o Elda».
Al bajo nivel de inversión empresarial se unía que la poca que se llevaba a cabo «correspondía a un nuevo modelo basado en sustituir mano de obra por maquinaria». El resultado, indica Sebastiá, es que «la gente joven, que es la que está en edad de tener hijos, no encuentra puestos de trabajo y se tiene que buscar la vida fuera de la ciudad».
Se da la circunstancia, además, que los vecinos que se marchan de Alcoy no encuentran acomodo en municipios cercanos como se pudiera pensar, sino que emigran más lejos. «Eso sucedió en los años 60, cuando en Alcoy sólo estaba el polígono de Cotes Baixes y las empresas se instalaron en otras localidades, sobre todo Muro. Ahora la gente ya no se va a los alrededores, porque tienen el mismo problema», asevera.
Para darle la vuelta a la situación, Sebastiá es de la opinión que hay que introducir un cambio radical de mentalidad. Según sus palabras, «el problema con el que nos encontramos es que Alcoy no está diseñado para crecer. Su modelo urbanístico es del siglo XIX y además, pese a que ya disponemos de autovía, no tenemos aeropuerto y el tren es testimonial».
Centro de distribución
En cambio, también existen potencialidades, como «la posición estratégica a nivel geográfico. Estamos a menos de una hora de Alicante o Benidorm, y de otras ciudades importantes que en conjunto suman más de un millón de personas. Alcoy, por tanto, podría convertirse en un importante centro de distribución, pero para eso es necesario crear espacios e infraestructuras adecuadas, como un polígono bien diseñado, servicios y buenas comunicaciones», concluye.
