El sueño, ya veterano, de que el histórico edificio universitario del Viaducto pase a ser propiedad del pueblo de Alcoy puede convertirse en una realidad a lo largo de 2016. Este planteamiento se sustenta en que el Ayuntamiento tiene previsto impulsar la cesión de los terrenos de la ladera de la Beniata, en la parte de la calle Alicante, a la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), una vez se consume la demolición de las naves en ruinas, que se está gestando en estos momentos, según ha explicado el teniente de alcalde Manolo Gomicia. El Campus utilizaría estos terrenos, cuando sea posible, para la urbanización de nuevas áreas y, previsiblemente, para la construcción de un edificio que albergaría la biblioteca universitaria y espacio para emprendedores.
Este proyecto empezó a gestarse en la etapa de Enrique Masiá al frente del Campus de Alcoy y consiste, esencialmente, en que el Ayuntamiento aporta los terrenos de la ladera, desde la esquina de la calle Alicante con País Valencià hasta la cota superior, donde está ahora el pabellón polideportivo. Esta zona incorpora la parte posterior del jardín del Conservatorio de Música y Danza, en la calle Juan Cantó. Como contrapartida, la UPV cedería la titularidad del edificio del Viaducto, que prácticamente ha dejado de utilizar, con la consolidación del Campus en los inmuebles de Ferrándiz y Carbonell, en el centro urbano.
El histórico edificio del Viaducto incluye en la actualidad algunos servicios municipales, pero la intención del Ayuntamiento es consumar la operación con la Politécnica para resolver la cuestión de la titularidad y poder disponer del recinto. En este sentido, el teniente de alcalde Gomicia ha significado que, como se viene informando, el Ayuntamiento se dispone a demoler la parte de las naves industriales ruinosas en la Beniata -que albergaron en su día la metalúrgica Maquinaria Ceres-, mientras que la Generalitat, a través de la EIGE, ya tiene el proyecto listo para derribar la sección que es titularidad suya. «Ahora no podrán hacerlo, previsiblemente porque a finales de año las partidas presupuestarias siempre están agotadas, pero confiamos en que a principios de 2016 sí se acometerá», agregó.
La intención del Ayuntamiento es que una vez se hayan derribado las naves y la zona esté saneada, «tenemos el objetivo de consumar la permuta con la Politécnica», de manera que se intercambiarían las propiedades.
De esta forma, Alcoy asumiría el recinto del Viaducto, mientras la UPV se quedaría con la ladera, cuya parte superior se urbanizaría en el momento en que fuese posible. «La universidad tiene previsto habilitar en esta zona espacios para emprendedores y también la biblioteca», dependencia, esta última, situada actualmente en la última planta del edificio de Ferrándiz. Hay que significar que el diseño para la zona que se esbozó en su día contemplaba el traslado de la gasolinera, a la que se ofrecería una ubicación alternativa, así como la contrucción de una escalera para acceder al recinto, sin necesidad de dar la vuelta por la calle Juan Cantó.
«Evidentemente son actuaciones que ahora no se pueden asumir, pero que se podrían acometer en el instante en que hubiese disponibilidad presupuestaria», significó Gomicia, en una intervención que permitiría completar las infraestructuras del Campus.
Por su parte, el Ayuntamiento de Alcoy podrá disponer de un amplio complejo para desarrollar actividades, que se sumarán al centro de formación de adultos Orosia Silvestre y a la escuela municipal de Bellas Artes que actualmente tiene implantada en el recinto.
