El Ayuntamiento de Alcoy aprobó ayer en Junta de Gobierno renunciar a la subvención para el equipamiento del Centro de Enfermos Mentales (CEM) al no disponer de fondos. Esta situación viene dada como consecuencia de que la Generalitat tan sólo aporta el 56% del coste total y las arcas municipales no pueden asumir el resto de la cuantía.

El CEM de Alcoy continúa cerrado. Las obras finalizaron hace tiempo, pero queda pendiente el equipamiento del edificio para que pueda albergar a usuarios, así como que se culmine la recepción de las obras y su posterior cesión a la Generalitat.

La concejal de Servicios Sociales, Aroa Mira, ha explicado que el pasado 14 de agosto la administración autonómica abrió el plazo para acogerse a una subvención para adquirir el equipamiento necesario del CEM. A pesar de coincidir con el período vacacional, Mira indicó que «empezamos a pedir presupuestos, ya que se trataba de un importe elevado».

Una vez estudiados los tres presupuestos, «solicitamos al Consell 490.951'18 euros», una cuantía destacada en la que «se incluía todo, desde las camas hasta las cortinas», ha señalado la edil, quien ha concluido que en octubre se nos informó que es favorable, «pero que sólo nos conceden el 56%, es decir, 274.932 euros».

Siendo así, al Ayuntamiento de Alcoy le correspondería pagar 216.018'52 euros (el 44% restante), una cuantía a la que «no podemos hacer frente», ha indicado Aroa Mira, a la vez que ha asegurado que «nos reunimos con Intervención y el alcalde para estudiarlo».

Llegados a este punto, la edil ha recordado que el coste de las obras superaba en un primer momento los 3'6 millones, pero que las variaciones en el IVA provocaron que finalmente fueran unos 221.000 euros menos. Sin embargo, el Ayuntamiento abonó la totalidad de la cuantía, que le fue reembolsada. «Ahora tenemos pendiente la devolución de esos 221.000 euros al Consell, los cuales los tenemos en remanente -ha explicado la concejal-, pero ya con el anterior gobierno autonómico intentamos negociar que se destinasen al equipamiento sin llegar a conseguir nada».

El nuevo Consell desconoce este dato, por lo que no ha sido posible llegar a un acuerdo antes de que finalice el plazo, lo cual les ha obligado a renunciar «para que puedan beneficiarse otros ayuntamientos».

«Nuestro objetivo ahora es intentar que el dinero que sobró pueda servir para cubrir la parte del Ayuntamiento» o, en su defecto, una vez se ceda el edificio a al Consell «que sufrague íntegramente el equipamiento», ya que será de su competencia.