El tramo de autovía del Barranc de la Batalla que incluye los túneles se ha consolidado durante el último año en torno a los 22.000 vehículos diarios, en ambos sentidos, pero han llegado a contabilizar hasta 24.000, según ha podido saber este diario. El itinerario Valencia/Alcoy/Alicante y viceversa se va ratificando cada vez más como principal ruta, por encima de la autopista de la costa y de la autovía por Font de la Figuera, por su menor distancia.
El próximo 28 de octubre se cumplirán cuatro años desde que se abriera al tráfico este tramo de carretera que completaba la ruta por el interior entre las dos capitales de provincia; un proyecto que había lanzado el presidente Joan Lerma hacia 1990 y que tardó 20 años en completarse, pero que acabó con las incomodísimas rutas que venían padeciendo los vecinos y quienes, por necesidad, debían transitar por estas zonas. Por ello, no es de extrañar que si el sinuoso y deslizante Barranc de la Batalla «tradicional» tenía 10.000 vehículos diarios de promedio, a los pocos días los túneles ya registrasen 11.376 y transcurridos dos años, 14.487.
Hace un año, la media era de 22.000 diarios, con un incremento de casi del 50% en apenas doce meses y cuando está a punto de cerrarse otro ciclo, la cifra global se ha mantenido, pero detectándose puntas de hasta 24.000 vehículos en los días con mayor intensidad de tráfico, según ha podido constatar este diario. Esto provoca que la afluencia de vehículos sea constante por los túneles y la autovía en general.
Las cifras, además, acreditan que esta autovía, construida a tramos por la Generalitat Valenciana y el Ministerio de Fomento, sigue captando tráfico, que deja de lado la autopista de la costa, que es de pago, y la ruta de Albacete por Font de la Figuera. Ambas son más largas aproximadamente en unos 20 kilómetros. No obstante, hay transportes pesados cuyos conductores prefieren acudir de Alicante a Valencia por Font de la Figuera cuando van cargados, toda vez que la zona del Maigmó les resulta difícil de superar; en cambio, de vacío regresan por Alcoy e Ibi.
Por otro lado, la seguridad ha sido impecable en la zona del Barranc de la Batalla desde su apertura, habiendo registrado muy pocos incidentes. De hecho, el más grave se produjo el pasado mes de febrero, cuando un turismo se estrelló contra la pared medianera provocando un importante boquete. A pesar de la aparatosidad del siniestro, no se registraron desgracias personales y los desperfectos fueron reparados con posterioridad.
La velocidad en todo el tramo está limitada a 80 kilómetros por hora, pero cuando se producen trabajos de mantenimiento o reparación, suele recortarse aún más, fijándose en 60/km hora.
De cualquier forma, los usuarios no sólo ganan en confortabilidad con respecto a la ruta antigua, sino también en rapidez y seguridad.
