El Ministerio de Defensa ha mostrado su disposición a vender la Base de Aitana a alguna institución pública que se haga cargo de su mantenimiento. El Ayuntamiento de Alcoleja, en cuyo término municipal se encuentra el complejo militar, se ha mostrado abierto a comprar las instalaciones, siempre y cuando la Diputación o la Generalitat respaldaran la rehabilitación.
La Base de Aitana, situada en el puerto de Tudons, presenta un evidente estado de degradación cuando se cumplen ocho años desde que el Ejército del Aire decidió abandonarla para concentrar sus efectivos en la zona de radares, justo en la cima de la sierra. El expolio y la falta de mantenimiento han propiciado que los edificios, que el Ayuntamiento pretendía destinar a usos medioambientales y sociales, se encuentren en una situación deplorable.
El problema ha llegado a tal extremo que, tal y como informó este diario, el Consistorio inició las gestiones para incoar un expediente de ruina, con la pretensión de forzar al Ministerio de Defensa a mantener las instalaciones.
Sin embargo, el cambio de color político en la Generalitat ha llevado al alcalde, el socialista Francisco Fenollar, a detener estos trámites, con la esperanza de que el Consell ahora sí esté por la labor de involucrarse en un proyecto de recuperación de la base.
Todo ello ha coincidido, además, con una reciente visita de responsables del Instituto de la Vivienda del propio Ministerio a la base, en la que pudieron constatar el estado de degradación del complejo. Según informó Fenollar, «a la vista de la situación en que se encuentran las instalaciones, nos han preguntado si tenemos constancia de alguna institución que esté interesada en comprarlas y hacerse cargo de las mismas, siempre, claro está, que sea pública, toda vez que la base no puede destinarse a usos privados».
Eso es lo que ha llevado al Ayuntamiento a plantearse la posibilidad de comprar la base, en el caso de que el precio sea simbólico y, sobre todo, que por parte de la Generalitat, la Diputación e incluso el propio Gobierno del Estado haya un compromiso de involucrarse en la rehabilitación.
El alcalde, Francisco Fenollar, manifestaba a este respecto que «lo primero que voy a hacer es ver la postura de mi partido, ahora que ya tiene competencias de gobierno en la Generalitat, e indagar las posibilidades de encontrar apoyo presupuestario también por parte del Estado, porque el Ayuntamiento no se puede lanzar en solitario a una aventura como esta».
Fenollar insistió en la necesidad de recuperar la base para uso público. «Quizá no se pueda abordar un proyecto tan ambicioso como el que estaba previsto inicialmente», que contemplaba cuestiones como un refugio, un centro de interpretación del paisaje e incluso una residencia geriátrica, «pero -añadió-, todavía se podrían plantear usos públicos muy interesantes. Lo que resultaría totalmente lamentable es que las instalaciones acabaran viniéndose abajo».
