Una tromba de agua caída en la Foia de Castalla entre las 15,30 y las 16,30 horas, que dejó hasta 19 litros en Ibi, provocó imágenes insólitas en Castalla, donde todo estaba preparado para las Entradas de Moros y Cristianos, que tuvieron que retrasarse una hora, hasta que cesó la precipitación y pudo «reorganizarse» el evento.

Los festeros, vecinos en general y visitantes que esperaban el desfile se encontraron con el paso insólito por las calles de las sillas preparadas para las Entradas, y también las mesas de bares situadas en las calles.

Al final, las Entradas comenzaron con casi una hora de retraso, pero lo hicieron con buen ambiente y el espectáculo habitual.