Tuvo una vida efímera y muy concreta. Inaugurado el 28 de diciembre de 2010, con bombo y platillo y con el presidente de la Generalitat Francisco Camps y el de la CAM Modesto Crespo como figuras estelares, el Centro de Arte de Alcoy (CADA) ofreció exposiciones de pintores alcoyanos de los siglos XIX y XX, de Canito y, más tarde, de Picasso, hasta que acabó la temporada el 15 de julio siguiente. A mediados de septiembre, se anunciaba una demora en la reapertura por causa de la necesidad de efectuar obras de mantenimiento y climatización... Fue la excusa, porque en realidad faltaban cosas por hacer, ya que la conclusión había sido acelerada para poder inaugurarlo y ponerlo en marcha.
La consiguiente crisis y desaparición de la CAM hizo que el CADA quedara como un asunto menor a resolver, en el marco de un proceso en que imperaban los miles de millones por aclarar. Así, fueron pasando los meses y los años, sin que hubiese solución alguna y, en consecuencia, se lograse la reapertura. Pasados tres años, la puesta en marcha de la Fundación CAM fue un foco de esperanza, acrecentada por las manifestaciones de su responsable Matías Pérez Such y también de la alcoyana Carmina Nácher, que lo consideraban prioritario.
Cuando se acaban de cumplir cuatro años del cierre del CADA, la esperanza renace, por fin, toda vez que los responsables de la Fundación CAM han anunciado que la situación legal está mejorando y que las perspectivas son buenas. A finales de esta semana, el alcalde Antonio Francés se ha entrevistado con Pérez Such, una sesión de la que el primer edil salió optimista. «Nos han informado que se están resolviendo los problemas de la Fundación CAM y que se están empezando a dar las condiciones para hablar de la reapertura del CADA, que es objetivo prioritario tanto para ellos como para nosotros. De hecho, la Fundación quiere utilizar el CADA para exhibir parte de los fondos artísticos de la CAM», que configuran una de las más importantes -o la que más- colecciones artísticas de la provincia de Alicante.
De hecho, de la reunión salió un acuerdo concreto: miembros de la Fundación CAM y del área de Cultura del Ayuntamiento de Alcoy, cuyo titular es Raül Llopis, constituirán una comisión para empezar a trabajar en el objetivo de la reapertura. De entrada habrá que constatar el estado del edificio, ver la necesidad de acometer obras - cuyo coste puede ser de varios cientos de miles de euros- y obtener la financiación.
Francés insistió en que el Ayuntamiento está dispuesto a colaborar económicamente, algo que también puede suceder por parte de la Generalitat Valenciana. «Además, vamos a solicitar la participación de la Diputación para que se sume al proyecto», agregó.
Como añadidura, la Universidad Politécnica de Valencia, que «envuelve» el CADA, tiene la mirada puesta en el edificio, al menos en la posibilidad de utilizar una parte para sus actividades. De hecho, una de las carencias señaladas en el Campus de Alcoy es la carencia de un salón de actos de envergadura, que tal vez pudiera encontrar acomodo en este recinto.
Argumento de campaña
En vísperas del cuarto aniversario del cierre, cumplido esta semana, el CADA fue objeto de debate, especialmente en la campaña electoral. Fue de las pocas cosas, por ejemplo, en que coincidieron el alcalde Francés y el líder del PP Rafa Miró, en la necesidad de poner en marcha otra vez el complejo.
La Fundación CAM tiene, además, voluntad plena de recuperar el edificio, entre otras cuestiones por su carácter simbólico: fue la sede del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Alcoy, fundada en 1875 y la entidad financiera más antigua de cuantas constituyeron la extinta entidad de ahorro.
Más allá de las buenas voluntades, la realidad es que el CADA ha cumplido su cuarto aniversario cerrado... aunque, después de tanto tiempo, por una vez se puede ver el futuro con optimismo.
