Fue un miércoles, concretamente el 13 de mayo de 1987. Aquel día, el presidente Joan Lerma y el conseller de Industria Andrés García Reche, junto al alcalde José Sanus, inauguraban la sede central de AITEX, nada menos que en el histórico edificio de Papeleras Reunidas, emblemática empresa local, comarcal y nacional que había cerrado tres años antes.
La plana mayor política autonómica y local, pero también la económica, de manera muy especial la textil -con Rafael Terol Aznar a la cabeza- se sumaron al acto, en el que no faltó ni la polémica. Trabajadores de la metalúrgica Miró Reig abuchearon a Lerma a su llegada y le entregaron un comunicado. El Consell de la época, de hecho, estaba mediando para intentar una solución negociada para esta empresa subcontratista de Renfe; todo fue en vano y la histórica metalúrgica acabaría cerrando.
El acto fue protocolario, peor también cargado de ilusión. De hecho, Lerma aseguraba que sería un centro de referencia «nacional», en lo que se equivocó a medias, ya que lo acabaría siendo, peor «internacional». Rafael Terol, en su intervención, destacó que compradores extranjeros ya se habían sorprendido de la calidad de los análisis hechos en AITEX.
Este proceso, además, ha permitido mantener el edificio de Papeleras Reunidas, que se conserva en un estado impecable.