Tras quince años de actividad ininterrumpida, el colegio mayor universitario Ovidi Montllor, de Alcoy, está en el aire, al haber decidido la sociedad de inversión no continuar con la gestión. Las pérdidas registradas en los últimos tres ejercicios son la causa de esta situación, que está tratando de resolver el Campus de Alcoy de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), con el apoyo del propio grupo inversor.
Es un edificio con mucha historia. Nació como Hotel Residencia San Jorge de la mano del Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Alcoy-CAM, hasta que a principios de los noventa la entidad financiera decidió desprenderse del mismo, como hizo en aquella época de otros activos no financieros. Lo rehabilitó para convertirlo en colegio mayor y lo cedió a la Generalitat Valenciana en 1998, cuando ya llevaba más de tres años acondicionado y clausurado.
Posteriormente, pudo abrir sus puertas como colegio mayor universitario Ovidi Montllor, de la mano de la Sociedad de Inversión, que creó una empresa denominada Gestión comarcal de servicios universitarios, que se ha ocupado del servicio hasta la fecha.
En los últimos días, la Sociedad de Inversión ha decidido retirarse. «La empresa llevaba tres años perdiendo dinero por falta de alumnos y aprovechando que finalizaba la gestión, que se tenía que renovar, se ha decidido no hacerlo», según ha explicado Luis Moltó, presidente de la empresa gestora y directivo del grupo inversor.
«Por la crisis o lo que sea, lo cierto es que los jóvenes han buscado otras fórmulas de alojamiento, lo que ha provocado que desde hace tres años no se estén cubriendo los gastos de mantenimiento», indicó Moltó. Una de las causas principales que se baraja ha sido, precisamente, la proliferación de edificios en el entorno del Campus de Ferrándiz y Carbonell, «con una oferta de pisos que no se han vendido y se están destinando a alquiler por parte de los estudiantes, todo ello con el añadido de la cercanía».
Todo esto ha ocasionado que de las 77 plazas de la residencia, este curso que acaba de terminar haya habido ocupadas 30, lo que ha acrecentado las pérdidas del último ejercicio. «Quitando esta etapa final, siempre habíamos tenido un promedio de ocupación entre el 70 y el 90%, así como un índice de satisfacción muy alto, incluso estos años finales», agregó Moltó. De hecho, el edificio cuenta con los últimos adelantos tecnológicos «y hasta se han dado clases particulares. Pensamos que la ventaja de tener disponible todo esto y la comodidad de la comida preparada es una ventaja, pero parece que los jóvenes prefieren otras cosas».
La situación actual ha sido recibida con preocupación en el seno del Campus de Alcoy de la Politécnica, propietario y que está desarrollando gestiones para tratar de dar una solución. En concreto, se está buscando una empresa alternativa que pueda hacerse cargo de un servicio que se considera importante para la universidad. Desde la Sociedad de Inversión se está colaborando para tratar de encontrar una solución.
De momento, la actual empresa está acondicionando el inmueble para su entrega a la Politécnica, que es su propietaria, con la esperanza de que en septiembre pueda empezar una nueva etapa, algo que de momento no es seguro.
