Los usuarios de Cáritas en Alcoy se han incrementado en el último año un 30%, hasta situarse en cerca de 2.000. La elevada tasa de paro que registra la ciudad propicia que el aumento de las personas que solicitan ayuda sea aquí más importante que en la mayor parte de municipios. La entidad ha advertido que la desigualdad está siendo cada vez más acusada y que el mercado de trabajo excluye a algunos colectivos como las mujeres, la juventud y los desempleados de larga duración.

Cáritas Interparroquial de Alcoy presentó ayer la memoria correspondiente a 2014, de la que se desprende que el número de personas atendidas se situó en 1.975, lo que supone un 30% más que el ejercicio anterior. Del total, el 75% son de nacionalidad española, y 696 menores.

La coordinadora de la Vícaría 6, María José Jover, mostró su preocupación al constatar que las situaciones de precariedad se están cronificando. «Los beneficiarios de las ayudas necesitan ser apoyados durante más tiempo y precisan de un abanico de intervenciones más amplio, debido a la escasa protección social y la falta de empleo», enfatizó. En este sentido, destacó que el 43% de las personas beneficiarias lo han sido durante más de tres años.

Desde Cáritas se refirieron a las 439 personas atendidas en las nueve acogidas parroquiales, a las 400 familias (1.600 beneficiarios) del economato, y a las 35 personas que se han formado para la atención a la dependencia y en el curso de agricultura ecológica gracias al proyecto Empleat, de las cuáles cinco han logrado reinsertarse laboralmente. También destacaron la labor de los 121 voluntarios de los que dipone la entidad.

En lo que se refiere al aspecto económico, Cáritas destinó durante el año pasado 107.631 euros de ayudas en forma de alimentos o a través del economato, así como al pago de suministros y vivienda, como es el caso de recibos de luz y agua. También hubo ayudas dirigidas a educación y medicinas.

El 98% de los 134.866 euros recaudados en 2014 procedió de fondos propios, a través de donativos y colaboradores, las colectas de cada segundo domingo de mes y la que se celebra en todas las parroquias de la diócesis el Día de la Caridad.

Jover destacó que la desigualdad es cada vez más acusada y que el mercado de trabajo está cerrado para algunos colectivos. Asimismo, llamó la atención sobre el hecho de que el aumento de usuarios ha sido más importante en Alcoy que en la mayoría de municipios de la diócesis, algo que atribuyó a «la elevada tasa de paro, que con el 33% es de las más importantes de la provincia».

El delegado arciprestal, Diego Pastor, agradeció la labor de los voluntarios, al tiempo que hacía un llamamiento a la caridad. «Hay situaciones muy duras, de gente que lleva tres años en el paro y que no puede dar de comer a sus hijos. Hay que acercarnos a su sufrimiento y ayudarlos», indicó.