Por estas fechas, hace justo dos años, se abría al tráfico un vial, con un sólo carril y pendiente considerable, entre La Beniata y la entrada al área industrial de Sembenet/Santiago Payá, en Alcoy. Había transcurrido más de un año desde que, el 12 de abril de 2012, los técnicos detectaran un grave hundimiento en los soportes del pontón construido siete años antes para permitir el tráfico en una ladera conflictiva.
Hoy, más de tres años después de que se produjera el hundimiento, la zona sigue marcada por la provisionalidad. El área industrial más nueva de Alcoy tiene dos accesos: uno por un pontón casi del siglo XIX, en el Camí de la Murtera, con un badén considerable a la entrada, y otro hacia La Beniata, con un carril cuyo paso alternativo se regula con un semáforo. La importante pendiente hace que para los camiones de gran tonelaje sea complicada la salida.
En este contexto, el Ayuntamiento está trabajando para tratar de aportar una solución definitiva, pero pasados tres años aún no se ha podido concretar si es posible reparar y consolidar el puente o si hay que optar por la construcción de un nuevo vial. El alcalde Antonio Francés ha explicado que las pruebas geotécnicas efectuadas aún no han permitido sacar conclusiones; de hecho, los análisis siguen en marcha y la empresa ha pedido una prórroga para la entrega de su trabajo, según ha precisado el concejal de Urbanismo, Natxo Gómez.
De hecho, hace un año, una vez elaborados los estudios geológicos, los técnicos habían verificado que la estructura seguía «moviéndose», lo que había contribuido a acrecentar su deterioro. Por ello, en un primer momento se planteaba incluso su demolición como una opción muy posible. Por ello, los expertos siguen tratando de decidir si se reparará el puente para reabrirlo al tráfico o si es preciso construir un acceso alternativo. En este último caso, sería necesario decidir por dónde.
En este contexto, todo está a expensas de la decisión técnica, que se espera conocer a corto plazo. El alcalde Antonio Francés ha significado que la voluntad del actual gobierno municipal va dirigida a que este mismo año se pudiera acometer la solución, aunque evidentemente el Ayuntamiento solicitaría subvenciones a la Diputación y a la Generalitat.
De hecho, el puente fue construido por la Conselleria de Obras Públicas y Urbanismo como solución definiva al paso por una ladera que había generado problemas desde su urbanización, a finales de los noventa; sin embargo, el vial provisional tuvo que afrontarse con fondos del nuevo puente Viaducto-Zona Norte.
