La Generalitat desconoce que exista interés por parte de alguna empresa en instalar una planta de compostaje de lodos en Penàguila, al tiempo que ve muy complicado que la iniciativa, en caso de confirmarse, pudiera prosperar. Así se expresó ayer el vicepresidente y conseller de Agricultura, José Císcar, quien resaltó que la tramitación para este tipo de instalaciones es larga y dificultosa.

Tal y como adelantó este diario, los vecinos de Benilloba, Benifallim y Penàguila han empezado a movilizarse contra la posibilidad de que se instale una planta de compostaje de lodos en el término municipal de este último municipio, donde ya se han llegado a realizar sondeos a tal efecto.

Tras el rechazo mostrado por los ayuntamientos de Benilloba y Benifallim a la iniciativa, esta misma semana hacía lo propio el de Penàguila, atendiendo a las molestias que podrían generar las instalaciones.

El asunto, finalmente, llegaba ayer a las Cortes Valencianas de la mano del diputado de EU Lluis Torró, quien instaba al vicepresidente de la Generalitat y conseller de Agricultura, José Císcar, a posicionarse al respecto.

De acuerdo con la información facilitada, Císcar dijo que ni la conselleria ni la Entidad Pública de Saneamiento de Aguas (EPSAR) tienen información alguna sobre este proyecto.

Con todo, quiso lanzar al mismo tiempo un mensaje de tranquilidad a los vecinos, en el sentido de que el procedimiento para la puesta en marcha de este tipo de instalaciones es muy largo y complicado.

Así, destacó que es necesario un estudio de impacto ambiental, una autorización ambiental integrada y una declaración de interés comunitario, teniendo en cuenta que resultaría necesaria una reclasificación del suelo. Todo ello sin olvidar el proceso de participación pública.

Según Lluis Torró, «Císcar ha venido a decir que si él fuese la empresa interesada, evitaría tirar el dinero con un proyecto que tendría muy pocas posibilidades de salir adelante». El diputado de EU señaló que de las declaraciones se desprende que «la iniciativa no cuenta con el respaldo de la administración autonómica. Por ello, pensamos que la gente tiene que estar tranquila pero al mismo tiempo vigilante, porque no sería la primera vez que tiran balones fuera en determinados temas y después los apoyan».