La persistente sequía está teniendo efectos devastadores para la Albufera de Gaianes, que ha visto como sus reservas hídricas se han reducido de manera notable durante este verano, hasta quedarse en una situación que se podría calificar de preocupante. El descenso del nivel del agua se hace evidente en las orillas del conjunto del humedal, que han retrocedido varios metros sobre lo que suele ser habitual.
La Albufera de Gaianes afloró hace varios años de manera accidental, al romperse la tubería que servía para desecar este histórico humedal y que permitía el aprovechamiento de las tierras para el cultivo.
La Conselleria de Medio Ambiente denegó el permiso para volver a desecarlo, y desde entonces ha llevado a cabo varias actuaciones para mejorar el entorno, como fue la demolición de unas casetas situadas en el centro de este espacio natural y la construcción de una pasarela y un observatorio de fauna. De hecho, las aves acuáticas han colonizado el paraje, así como peces de distintas especies.
Sin embargo, la sequía está azotando con dureza a la Albufera, hasta el punto que sus reservas hídricas se han reducido de manera exponencial en las últimas semanas. La orilla del lago ha retrocedido varios metros y existe el temor de que parte de la vegetación pueda acabar secándose, y que también los islotes que se habilitaron para la nidificación de las aves acaben siendo accesibles por tierra para los depredadores, lo que podría repercutir de forma negativa en la reproducción de los ejemplares que se han establecido en el humedal.
