Las extracciones en el acuífero de Mariola, del que se abastecen Cocentaina, Muro, l'Alqueria d'Asnar y parte de Biar, se han reducido un 37% en los últimos siete años por efecto de la crisis y un mayor control. El consumo ha pasado de cerca de 6 millones de metros cúbicos anuales a apenas 3,6, lo que se atribuye a la menor actividad industrial y a un refuerzo de la vigilancia en lo que respecta a extracciones ilegales. La mejora de las redes de distribución y la reutilización de agua por parte de las empresas son otros factores que están propiciando una recuperación de los recursos hídricos de la zona.
Tal y como ha venido informando este diario, la situación de práctica sobrexplotación que presentaba el acuífero de Mariola obligó a partir de 2006 a adoptar una serie de medidas destinadas a reforzar los controles sobre las extracciones de agua, y también a realizar un seguimiento de las reservas hídricas. Ese mismo año se procedía a la constitución de una junta central de usuarios, que desde entonces ha desempeñado un papel fundamental en todo este proceso.
En 2007 todavía se registró un pequeño incremento del consumo de agua, al alcanzar los 5.999.014 metros cúbicos. Sin embargo, a partir de ahí el descenso ha sido continuado, hasta llegar a los 3.619.311 metros cúbicos registrados este ejercicio.
El presidente de la junta y alcalde de l'Alqueria d'Asnar, Jaume Pascual, expresaba su satisfacción por esta reducción, aunque sin poder evitar el aspecto amargo que supone que parte de la misma esté relacionada con la crisis económica. «Resulta evidente que la actividad industrial ha descendido, y que eso ha tenido una relación directa con la disminución del consumo», enfatizaba.
Contadores
Con todo, Pascual también hizo referencia a otros aspectos, como el mayor control sobre las extracciones con la instalación de contadores, lo que ha evitado consumos que antes no estaban computados «y consecuentemente -dijo-, un ahorro de agua».
El presidente de la junta, asimismo, destacó las mejoras en las redes de distribución de agua potable, que han reducido las fugas, y también la implantación de sistemas de reutilización de caudales en algunas empresas.
La consecuencia de todo ello ha sido una recuperación de las reservas del acuífero, a lo que también ha contribuido un ciclo de lluvias más abundantes. Según Jaume Pascual, «el nivel de la masa de agua ha subido alrededor de un metro, según se ha podido constatar en distintos pozos, lo cual es sin duda alguna una muy buena noticia».
