El Ayuntamiento de Alcoy ha iniciado los trámites para rehabilitar los chalés de la Font Roja. El alcalde, Antonio Francés, ha anunciado la inminente redacción del proyecto, que enterrará de forma definitiva el hotel que pretendía construir en este emplazamiento el anterior gobierno municipal del PP. La actuación permitirá reparar las casas que todavía se mantienen en pie, mientras que del resto sólo se conservarán las fachadas.
Tal y como ha venido informando este diario, el nuevo gobierno municipal resultante de las últimas elecciones, integrado por PSOE, EU y Compromís y actualmente sin los nacionalistas, decidió paralizar el proyecto de hotel del anterior ejecutivo del PP en la Font Roja, ante la fuerte contestación social y su previsible impacto negativo sobre el parque natural.
Transcurrido todo este tiempo, el alcalde, Antonio Francés, anunciaba en el pleno celebrado esta semana que el Ayuntamiento va a contratar la redacción del proyecto de rehabilitación de los chalés, lo que entierra definitivamente el proyecto de hotel.
Francés explicó que la tramitación en este sentido se inicia después de consultar con los arquitectos de la dirección general de Patrimonio de la Generalitat si se puede reestructurar el interior de los chalés, habida cuenta que están protegidos. «En principio -dijo el alcalde-, no va a ha haber problema, por lo que ya podemos encarar la redacción del proyecto».
Las obras van a tener un coste de 257.000 euros, y se acometerán el próximo año. El concejal de Medio Ambiente, Jordi Tormo, manifestó a este respecto que el objetivo que se persigue con los trabajos es acondicionar los chalés que reúnen todavía unas condiciones mínimamente aceptables, como es el caso del que acoge la brigada del parque natural. En el resto sólo se mantendrán las fachadas, después de un proceso de restauración. «Lo que pretendemos -señaló- es consolidar las estructuras y que no se vayan degradando, como ha ido ocurriendo hasta ahora».
Respecto a los usos que se les otorgarán, Tormo dijo que todavía se deben concretar a través de un proceso de participación en el que intervendrán representantes ecologistas y vecinales, así como las entidades implicadas en el parque natural, caso de la Generalitat, la UA o la Fundación CAM.
