El centro ocupacional San Pascual de Ibi cumplió ayer su tercer día de encierro en protesta por los impagos del Consell. Trabajadores, usuarios y familiares confían en que Bienestar Social cumpla su palabra y que esta semana abone al menos parte de la deuda de 120.000 euros que mantiene con la entidad, y que la ha puesto al borde del cierre.

El director del centro, Paco Rico, explicaba ayer que "la gente se está volcando y, desde el pasado lunes, son una treintena de personas las que se quedan a pernoctar. Además, estamos recibiendo muchas muestras de solidaridad".

La esperanza de todo el colectivo es "que nos paguen algo antes del próximo viernes. En caso contrario, estudiaremos qué medidas tomamos".

La intención inicial era la de mantener el encierro hasta mañana viernes, "aunque estamos valorando la posibilidad de prolongarlo si la situación de impago se mantiene".

El centro también está a la expectativa de las gestiones que se comprometieron a realizar los alcaldes "para ver si alguna entidad bancaria nos puede adelantar el dinero", concluyó.