Los 700 escolares del colegio público Bracal, de Muro, continuarán ocupando los actuales barracones -que presentan múltiples deficiencias- como mínimo hasta el año 2015, aunque todo apunta a que esta previsión puede ser incluso optimista, a tenor de los planes de inversión de la Conselleria de Educación, trasladados al Ayuntamiento. Los padres, ante esta situación, han decidido movilizarse, arrancando con una protesta en Valencia a finales de este mismo mes.

El alcalde Rafa Climent y la concejal de Educación Elisa Genís viajaron a Valencia el martes y se entrevistaron con responsables de Educación, una reunión en la que se descartó que se pueda acometer a corto plazo la construcción del nuevo colegio Bracal, alegando falta de financiación. "Nos han dicho que hasta que no haya dinero no se puede hacer nada, que en 2014 ya volveremos a hablar para ver qué perspectivas hay", manifestó ayer Elisa Genís.

La responsable municipal de Educación no ocultó su desolación ante esta decisión, recordando que la construcción del nuevo colegio fue considerada "prioritaria" por parte de la conselleria, hecho que, como se recordará, llevó al PP de Muro a anunciar públicamente el inmediato inicio de las obras, cuestión que ahora queda completamente desechada.

Hay que recordar que el colegio Bracal, que atiende a alumnos de Muro y numerosos pueblos de la comarca, tiene un censo aproximado de 700 alumnos, que tuvieron que empezar el curso 2007-2008 en barracones, después de que en el verano anterior se hubiese detectado aluminosis en el edificio, que tenía 29 años de antigüedad. Lo que en principio era una situación provisional, se ha ido alargando y ahora se va a prolongar durante siete años, como mínimo.

"La situación actual en los barracones es insostenible", agregó Genís, lo que ha provocado que la comunidad educativa, especialmente los padres, decidan movilizarse; de entrada, han previsto trasladarse en autobús a Valencia el próximo 29 de noviembre, a fin de efectuar una protesta ante la propia Conselleria de Educación.

Elisa Genís subrayó al respecto que "aquí hemos tenido mucha paciencia y hemos creído en las palabras que nos han dicho, pero lo que nos parece ahora una poca vergüenza es que se destine dinero a la carretera Villena-Muro y no al nuevo colegio. En los barracones, hay niños que se han tenido que cambiar de escuela por problemas de asma, porque son muy fríos y la chapa cuesta mucho de calentar", agregó.

El alcalde y la concejal, además, trasladaron a la conselleria los problemas que aquejan a los barracones, que tienen que ser desalojados cada vez que llueve -como ocurrió la semana pasada- por filtraciones de agua, que afectan incluso a los enchufes eléctricos, de los que sale literalmente agua. La edil de Educación manifestó al respecto que "en la conselleria nos han dicho a este respecto que son conscientes de todo y que lo tendrán en cuenta. Nosotros estamos elaborando un acta con las deficiencias, que trasladaremos a la conselleria; como mucho, harán lo de siempre, vendrán dos días, echarán un vistazo y se marcharán".

De momento, pues, los escolares tendrán que seguir en los barracones, que están ubicados en el patio del colegio, en tanto se llega a programar la construcción del nuevo Bracal. Las previsiones de la conselleria refrendan que no será ni en 2013 ni en 2014, por lo que en el mejor de los casos se programaría en 2015, sin que pueda precisarse una fecha para que los escolares vuelvan a aulas normales.

Este centro, por último, se ha visto afectado también por los problemas con el transporte escolar, ya que Educación excluyó a los alumnos de Benámer, por estar a menos de 2,5 kilómetros. Finalmente, se les incluyó en el autobús de Alcocer y Setla, que pasaba por delante de la pedanía con plazas vacías.