Los servicios técnicos del Ayuntamiento de Alcoy han procedido a sellar con cemento la grieta de la calle Doña Amalia, después de que se agrandara de forma considerable el pasado viernes, tras las intensas lluvias registradas. Los informes, a cuyo contenido ha tenido acceso este diario, subrayan que la zona no presenta problemas, ni riesgo para las casas, pero los vecinos denuncian que la situación es crítica y se sienten engañados, por lo que se plantean movilizarse.

Fuentes de la Alcaldía de Alcoy explicaron ayer que el viernes, nada más conocerse por los vecinos la extensión de la grieta en la cúspide de la ladera de La Beniata, el departamento de Inspección General de Servicios (IGS) puso en marcha actuaciones inmediatas. En concreto, se tomaron mediciones dentro del control geométrico de los movimientos que se hacen, que se repitieron durante el fin de semana seis veces más por parte de los servicios de Delineación y Cartografía municipales. También se analizaron en tiempo real los movimientos, comprobándose que la ladera se mueve a razón de menos de 5 milímetros en 2,5 meses, "velocidad muy inferior a todas las identificadas en la bibliografía técnica para indicar un desarrollo rápido de un movimiento de terreno, que sería de un centímetro por día", según refleja el informe preliminar, a cuyo contenido ha tenido acceso este diario. Las mismas conclusiones subrayan que "no se observa afección a las edificaciones y, en general, indicios de inestabilidad seria".

Aparte, los técnicos, según explican las fuentes consultadas, atribuyen la apertura de la grieta a que "se ha destapado lo que se tapó en su día", en una anterior reparación. Para paliar la situación de entrada, lo que se decidió fue el inmediato sellado de las grietas en el pavimento con mortero de cemento, a fin de evitar que la escorrentía de las aguas de lluvia precipite una eventual inestabilidad del terreno.

De forma complementaria, desde la dirección de IGS se adoptaron diferentes medidas, como la revisión del alcantarillado de la zona con cámara fotográfica o el aviso a la empresa Aqualia para que compruebe la ausencia de fugas en la red de agua. Igualmente, se ha reforzado la señalización de la calle con la indicación de prohibición del paso de vehículos de más de dos toneladas al igual que se ha retirado el aparcamiento en superficie, en ambos casos por parte de la Policía Local, con el fin de evitar sobrepeso, y reducir los riesgos. Hay que señalar que también se han producido desprendimientos en la ladera.

Preocupación en aumento entre los residentes en la zona

Vivir al borde de una ladera es ya de por sí difícil, sensación que se acrecienta si la calle tiene una grieta "en la que cabe un brazo", como denuncian los vecinos. "Estamos muy, muy preocupados por la grieta", en tanto critican que "lo único que hacen es venir y rellenarla superficialmente, por lo que tenemos la sensación de que nos toman el pelo". A su juicio, los informes que se elaboran son "erróneos", ya que en su día el responsable de obras "admitió por escrito que la ladera se desprende y que puede producirse un socavón", pero se excusan en que "no hay dinero". A la vez, subrayan que "está en juego la vida de las personas y el daño a nuestras viviendas, en una zona de paso a la universidad y a un colegio". M. C.