La falta de lluvias está empezando a tener consecuencias negativas para la Albufera de Gaianes. El nivel del agua ha bajado más de un metro y algunas zonas que antes estaban inundadas se han quedado completamente secas. Mientras tanto, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) y la Conselleria de Medio Ambiente siguen sin canalizar las dos fuentes que debían garantizar la supervivencia de la laguna en épocas de sequía.

La Albufera de Gaianes volvió a aflorar hace ocho años, a raíz de que se rompiera la tubería que que había estado funcionando durante mucho tiempo para desecar la zona y que los terrenos pudieran utilizarse para el cultivo. Fue a partir de ese momento cuando la Conselleria de Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica del Júcar iniciaron una serie de actuaciones con el objetivo de garantizar la conservación de este humedal.

En este sentido, entre 2010 y 2011 se llevaron a cabo trabajos de restauración medioambiental, con el objetivo de mejorar las cinco hectáreas que configuran este ecosistema.

Así las cosas, se procedió a eliminar la caseta situada en el centro de la laguna, a erradicar la vegetación invasora y a recuperar las riberas. También se habilitaron dos islas en la zona central de la laguna para el rufugio de la fauna autóctona, principalmente de las aves, que pueden anidar sin riesgo de que los depredadores devoren sus huevos. También se construyó una pasarela de madera y un observatorio para contemplar las evoluciones de las aves.

Concluida esta primera fase, se preparó una segunda que como punto más destacado incluía la canalización de dos fuentes situadas en el área del polígono de Gaianes y en el Barra

nc de la Font para garantizar la permanencia de la lámina de agua y evitar que se pudiera llegar a secar en épocas de sequía.

Esta actuación, sin embargo, aún no se ha llevado a la práctica, y eso lo está empezando a notar la Albufera despues de cinco meses marcados por la ausencia de lluvias. Tal y como ha podido constatar este diario, el nivel del agua ha bajado más de un metro, lo que ha propiciado que zonas que antes estaban inundadas se encuentren en estos momentos completamente secas. Este hecho ha reducido el hábitat natural de peces y tortugas, así como de las aves acuáticas.

Sin dinero

El alcalde, Agustín Martínez, lamentaba esta situación, que puede ir agravándose si persiste el ciclo seco en el que se ha entrado. "La lástima -manifestó-, es que el agua de las fuentes se está perdiendo por un barranco y que la canalización de las mismas no requeriría de una gran inversión. Sin embargo, tropezamos con que ahora mismo ninguna administración tiene dinero".