La fisonomía del casco antiguo de Alcoy se ha visto afectada de manera notoria por la crisis del ladrillo, que ha provocado que múltiples proyectos de edificación hayan sido anulados cuando ya se habían saneado los solares, que permanecen vacíos en la actualidad.

Los efectos paisajísticos de la hecatombe que vive la construcción han vuelvo a la actualidad con el desistimiento del proyecto urbanístico para el edificio del Cine Goya, que de momento no será demolido, y que estaba destinado a albergar un aparcamiento y oficinas.

No obstante, el casco urbano de Alcoy ofrece imágenes de la crisis del ladrillo casi por doquier, como ocurre en la avenida Juan Gil-Albert, con el solar de la antigua fábrica de Harinas Bufort: los silos se derribaron, la sede de la firma se trasladó a Alicante y la construcción quizá se aborde algún día. En Batoy, junto a El Castellar, se llegó a colocar un cartel de edificación, que incluso ha desaparecido en la actualidad.

También se ha dado el caso de edificios inacabados, como ha sucedido en la calle Vistabella, con un inmueble que se está acabando ahora, o en Cantagallet, con un proyecto que incluso ha suscitado polémico. Otro tanto ha sucedido en Serelles, donde se habilitó una zona para 1.500 chalés, y solamente se han edificado 150.

El efecto más significativo, sin embargo, se aprecia en el casco antiguo, donde el ambicioso proyecto de edificación que gestó el anterior gobierno del PP se ha materializado a medias, sobre todo en la zona de Embajador Irles y la placeta de Les Gallines.

El aspecto que presenta en la pare posterior de la plaza de España es bastante desolador, con parcelas que han sido acondicionadas como aparcamiento, junto a otras con los proyectos urbanísticos que no han llegado a cuajar; en algún caso, incluso, se llegó a presentar públicamente el estudio arqueológico realizado.

En total, las constructoras han renunciado a edificar más de 500 viviendas en los últimos años, tratándose de proyectos gestados y aprobados, y que fueron reconsiderados por la crisis.

La aprobación de 88 pisos en 2011 apunta a una ligera recuperación

El ejercicio en curso, pese a todo, está resultando más positivo, ya que el Ayuntamiento ha concedido varias licencias de edificación, con un total de 88 viviendas. El año 2010, como informó este diario, se saldó en blanco, ya que el consistorio alcoyano no aprobó ni una sola vivienda nueva, en un ciclo de inactividad que abarcó de septiembre de 2009 a finales de febrero de 2011. En el actual ejercicio, se aprobaron 45 nuevas viviendas en el grupo de El Serpis, en Oliver, dentro del convenio para el traslado de la factoría, junto con 12 en la calle Caramanchel. Posteriormente, el gobierno del PP aprobó 23 pisos en un nuevo bloque para La Estambrera, el último día de su mandato, y ahora el tripartito PSOE-Bloc-L'Entesa se ha estrenado con 8 viviendas en Sant Nicolauet, un proyecto que ha resultado polémico y que se sitúa en la que es la zona crítica para las Fiestas de Moros y Cristianos. Todo esto, podría apuntar hacia una ligera recuperación. M. C.