El nuevo curso 2011-2012 arranca en la comarca con total normalidad y sin indicencias destacables. En el caso de Castalla, el Ayuntamiento continúa esperando que la Conselleria de Educación le informe sobre el estado del edificio que fue desalojado hace casi un año en el colegio público Rico Sapena.

Algunos con ganas y otros entre lágrimas, los niños y niñas iniciaron ayer un nuevo año académico. En la comarca el primer día de colegio se desarrolló con total normalidad, tal y como destacaron los ediles de Educación.

En Ibi, por primera vez desde hace algunos años, no hay aulas prefabricadas, según destacó la concejal de Educación, Rosa Ibáñez, quien, además, añadió que el colegio público Cervantes arranca el curso disponiendo de todo el material informático que necesita. Cabe recordar que está catalogado como centro inteligente.

Además, el instituto de educación secundaria Fray Ignacio Barrachina ya cuenta con las instalaciones del gimnasio completamente finalizadas, según recalcó Ibáñez.

En cuanto a Castalla, el curso ha empezado "de forma normalizada", según María González, edil de Educación. Aunque, en este caso, continúa sin tener información por parte de la Conselleria sobre el edificio del colegio público Rico Sapena que tuvo que ser desalojado hace casi un año. Educación, por otro lado, amplió un aula de Primaria a dicho centro, clase que han reubicado en otro de los edificios para no aumentar el número de barracones.

González, asimismo, señaló que los alumnos de la escuela infantil "empezaron el martes y las familias están a la espera de que aprobemos las ayudas".

Alcoy también arrancó con normalidad, aunque, tal y como ya adelantó este medio, 54 niños y niñas se han quedado fuera de las escuelas infantiles públicas. La concejalía de Educación ya está estudiando, no obstante, la financiación de otro centro en el Ensanche y concertar plazas en escuelas privadas, según el edil Manolo Gomicia.