Los daños provocados por la lluvia en las cerezas van a dejar sin empleo a más de 500 personas en la provincia. El descenso de la producción reducirá a la mitad las contrataciones para la recolección y la manipulación de la fruta, a lo que hay que unir las pérdidas económicas por el menor volumen de la cosecha. El sector ya está preparando una solicitud de ayudas al Consell y al Ministerio de Agricultura para cubrir, aunque sea en parte, los gastos a los que tienen que hacer frente las cooperativas.

Tal y como anticipaba este diario, las lluvias que se vienen registrando desde la pasada Semana Santa han provocado daños importantes en la cosecha de cerezas de la provincia. Según informaba el presidente de la Denominación de Origen Montaña de Alicante, Marcos Simón, las pérdidas se han centrado en las variedades más precoces, que suponen más del 50% del total de la producción. Pese a que los técnicos todavía están ultimando la evaluación de los daños, y por tanto se desconoce el porcentaje exacto que se ha podido ver afectado, lo que ya es evidente es que el impacto ha sido de envergadura.

"La afectación -dijo-, ha sido irregular, dependiendo de la cantidad de lluvia y la variedad que se cultiva en cada zona. De momento sabemos que una de las áreas más afectadas es la Vall de Gallinera, aunque ha habido daños en la mayoría de la zona productora, como es el caso de Villena".

Cabe recordar que el sector manejaba para este año unas previsiones optimistas, toda vez que hasta la llegada de las lluvias las condiciones climatológicas habían sido favorables y se esperaba una cosecha de ocho millones de kilos, lo que hubiese supuesto multiplicar por cuatro la obtenida el ejercicio anterior.

Lo que sí está claro es que las pérdidas tendrán una fuerte repercusión sobre los puestos de trabajo que genera el sector provincial. Según Marcos Simón, "la contratación durante los tres meses que dura la campaña alcanza las mil personas, tanto en lo que respecta a la recolección de la fruta como a su manipulación en las cooperativas. Sin embargo, y a la vista de lo que ha sucedido, ya podemos anticipar que este año estos contratos se van a reducir, como mínimo, a la mitad".

El presidente de la Denominación de Origen informó, asimismo, que se está preparando una solicitud de ayudas tanto a la Conselleria de Agricultura como al Ministerio, para cubrir los gastos de las cooperativas. "Las organizaciones tenemos unos compromisos adquiridos y unos gastos fijos que se deben cubrir haya o no haya cosecha, y las pérdidas que vamos a sufrir son un duro golpe para la viabilidad tanto de las cooperativas como del propio cultivo", aseveró.

Hay que resaltar, en este sentido, que los principales productores de la provincia son la Cooperativa Montaña de Alicante, con sede central en la Vall de Gallinera; el Mas de Roc, ubicado en Ibi; Cerezas Aitana, en Alcosser de Planes; y Los Frutales, en Villena.

En lo que respecta a los agricultores, están pendientes de las pólizas de los seguros agrarios y de la evaluación de los daños que realizan en estos momentos los peritos.

Lo sucedido supone un grave impacto para el sector de las cerezas, que ya viene encadenando varias campañas negativas como consecuencia de las adversas condiciones climatológicas. "Lo peor -lamentó Simón- es que la gente se está desmoralizando, porque ya son muchos reveses consecutivos".

Como ya se informó, los citados productores habían unido esfuerzos para comercializar de forma conjunta y contar con un mayor potencial a la hora de abrir nuevos mercados tanto a nivel nacional como internacional.

Para esta campaña estaba previsto insistir en los mercados tradicionales de la Unión Europea, como es el caso de Italia, Francia, Inglaterra, Suiza, Bélgica y los países de Europa del Este, e incluso dirigirse a nuevas zonas como es el caso de Latinoamérica. Sin embargo, habrá que esperar a ver cómo afecta a estos planes la merma que se registrará en la producción.