Las pinturas que decoran la bóveda de la Sala Dorada del Palau Comtal de Cocentaina, consideradas como el mural genealógico más importante del conjunto de la Comunidad Valenciana, ya tienen paternidad. El doctor en Historia del Arte y académico de San Carlos de Valencia, Lorenzo Hernández, atribuye la autoría del mural a Jerónimo Rodríguez de Espinosa y a su hijo Jerónimo Jacinto, conclusión ésta a la que ha llegado tras hallar un documento fechado en 1617. El descubrimiento queda recogido en el último número de la revista Alberri, editada por el Centre d'Estudis Contestans.

El secretario de esta entidad, Enrique Catalá, explicaba que Lorenzo Hernández basa sus conclusiones en un protocolo datado en 1617, localizado en el Archivo del Patriarca, y en el cual el conde de Cocentaina reconoce una deuda de 60 libras con Jerónimo Rodríguez de Espinosa por unos trabajos de pintura realizados en el Palau Comtal. "Por la fecha del documento, no pueden ser otras pinturas que las de la Sala Dorada", señala Catalá.

Aunque por aquel entonces Jerónimo Jacinto de Espinosa sólo contaba con 17 años de edad, el historiador demuestra a través de su estudio que también intervino y de forma decisiva en la confección del mural, ya que hay algunos motivos y técnicas de realización que lo identifican. Es este el motivo por el que se ha llegado a la conclusión de que padre e hijo colaboraron en este encargo.

Jerónimo Rodríguez era natural de Valladolid, aunque se trasladó a Cocentaina, donde nacería su hijo Jerónimo Jacinto, considerado como uno de los pintores más notables de la época.

Cabe reseñar, asimismo, que las pinturas de la Sala Dorada del Palau Comtal están consideradas como las más importantes de la Comunidad Valenciana y unas de las más destacadas de España en materia genealógica. De hecho, ilustran el árbol genealógico de los Reyes de Navarra, estirpe de la cual los condes contestanos decían ser descendientes.

En este sentido, el secretario del Centre d'Estudis Contestans, Enrique Catalá, destacaba la importancia del hallazgo del historiador Lorenzo Hernández, sobre la base precisamente de que "estamos hablando de unas pinturas de una extraordinaria importancia, y también de unos autores de indudable prestigio. Después de todo el tiempo transcurrido, podemos decir que el mural ha salido del anonimato".

La revista en la que está incluido el artículo de Lorenzo Hernández fue presentada el pasado viernes en la propia Sala Dorada, en presencia del historiador que ha dado con la autoría de las pinturas. Este número 20 de Alberri está dedicado a la memoria del pintor contestano Nicolás Borrás, justo cuando se cumplen 400 años desde su muerte. En el ejemplar de la revista también se incluyen artículos sobre el asentamiento protohistórico de l'Alqueria de Benifloret, de Laura Acosta, Ignasi Grau y María Lillo; los moriscos de El Comtat, de María Amparo Soler; una aproximación a la toponimia de Muro, de Josep Vicent Cascant; la red de riego de Benilloba, de Enric Morrió; y la restauración de la Adoración de los Pastores de Nicolás Borrás, de Adela Murgui y Carolina Vázquez.

Cabe destacar que en el acto de presentación de la revista también estuvo presente el presidente del Centre d'Estudis Contestans, Pere Ferrer; el director del Instituto Juan Gil-Albert, Paco Sánchez; y el alcalde de Cocentaina, Rafael Briet.