En el yacimiento arqueológico de El Puig cada año se reúnen estudiantes de historia y arqueología para colaborar en las labores de investigación que está llevando a cabo el Museo Arqueológico de Alcoy junto con la Universidad de Alicante. Desde el año 2004, cada verano se han dedicado cuatro intensas semanas para excavar en este paraje. Hoy, después de seis años, los expertos pueden explicar la forma de vida de los íberos que habitaban la zona, lo cual es posible gracias a las casas que se han descubierto, así como a recipientes, animales e, incluso, restos alimenticios.

Este año el grupo de voluntarios lo forman entre 12 y 14 estudiantes de la Universidad de Alicante, ayuda que luego puede servirles para "cursar un máster o para realizar el proyecto de final de carrera" según pudo explicar el director del Museo Arqueológico de Alcoy, José María Segura. Por otro lado, Segura recalcó que el voluntariado de esta edición "es muy importante, dada la situación económica que sufrimos, pero a pesar de todo, la respuesta por parte de los alumnos ha sido muy buena". Asimismo, el director señaló la importancia que tiene, además de descubrir cosas nuevas, consolidar las estructuras que ya se han hallado, para que "dentro de unos años podamos ofertar la visita".

Los íberos vivieron en El Puig desde el siglo VIII a.C. hasta el siglo IV a.C. Cerca de 400 años y en los que cada vez la sociedad era más compleja -en muchas casas vivían hasta tres generaciones-, según explicó Ignacio Grau, Doctor en Historia, profesor de Arqueología en la Universidad de Alicante y responsable de este proyecto.

Durante las cuatro semanas de trabajo, los profesionales están excavando en un perímetro de 50 metros cuadrados, que, según Ignacio Grau, "es una zona muy amplia, pero abarcable". De la misma manera, Grau calcula que "la medida total de una barriada podría rondar entre los 350 y los 400 metros cuadrados".

Uno de los aspectos importantes de este año, es el descubrimiento de vertederos. "Detrás de las casas habían pequeños vertederos que nos enseñan la alimentación que seguían los íberos durante el período que habitaron El Puig", indicó Grau, quien, además, enumeró algunos alimentos como "la cebada, las bellotas, la cerveza y el vino". En el vertedero hallado se puede apreciar restos de una cabra aún encajados en el suelo.

La sedimentación del terreno ha provocado que el poblado esté enterrado, pero "apenas quitando un poco de tierra podemos encontrar muchas cosas", afirmó Ignacio Grau mientras mostraba los restos arqueológicos que estaban excavando.

Las casas que han descubierto en El Puig tendrían una altura de aproximadamente 2,5 metros, calcula Grau. Además, el alzado estaba construido con barro "lo cual ya no se ve prácticamente en ningún sitio". Asimismo, explicó que los habitáculos no podían ser grandes porque es una zona en la que en invierno hace mucho frío y "cuanto más grande es el espacio, más cuesta de calentarlo". Por los restos encontrados en cada una de las estancias, han podido entender cómo y dónde cocinaban o tejían, entre otras labores domésticas.

El alcalde, Jorge Sedano, indicó que "se está descubriendo la historia de un entorno maravilloso, complejo y rico" y aseguró que este "es un turismo culto que tenemos que poner en valor". Por su parte, el concejal de Turismo, Fernando Pastor, aseguró que "las visitas de la Luz de las Imágenes será una buena ocasión para ofrecer este tipo de turismo".

El próximo domingo se ha organizado una visita a las excavaciones, a partir de las 10.30 horas.