Aunque en estas fechas parezca mentira, el invierno ha sido duro, con abundancia de lluvias y varias nevadas, lo que ha provocado que la maleza, los matorrales, hayan proliferado por todas partes, algo que se puede notar en cualquier punto de la ciudad de Alcoy.

En este contexto, el Ayuntamiento, según explica el concejal de Medio Ambiente Santi Botella, ha puesto en marcha una doble actuación para tratar de solventar esta situación. Por una parte, se ha diseñado un programa de limpieza y saneamiento de las áreas públicas, que, por ejemplo, en los últimos días se ha centrado en los solares situados frente al campo de El Collao. Allí, como en otros muchos sitios, los matorrales superaban con creces el metro de altura.

Esta labor se está ejecutando en diferentes puntos del término municipal, para lo cual la concejalía de Medio Ambiente cuenta con la colaboración de una brigada Pamer, que ha empezado a actuar recientemente, una vez completado el preceptivo curso de formación. Los cinco miembros que integran la brigada, detalló Botella, han comenzado a trabajar por el itinerario de la vía verde del ferrocarril, limpiando las zonas colindantes entre el polideportivo Francisco Laporta y el barrio de Batoy.

Una vez completada esta actuación, los brigadistas serán destinados a otros puntos del término municipal, compartiendo las labores necesarias con el personal asignado a la propia conselleria.

Confederación

De forma paralela, según subraya el concejal de Medio Ambiente, se ha actuado en otros frentes. Así, el consistorio se ha dirigido a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), reclamándole que proceda al saneamiento de los cauces de los ríos, que en Alcoy implican una superficie importante, y que en su mayor parte son de su competencia, con el fin de prevenir incendios de matorrales, como el que el año pasado causó problemas en la zona del Barranquet de Soler y que obligó a desalojar a vecinos.

Por último, se han enviado cartas a los propietarios de solares del término municipal, en los que se ha observado que hay abundante maleza e insalubridad, para que los limpien, por idénticos motivos a los citados anteriormente.

En caso de incumplir este requerimiento, el Ayuntamiento impondría sanciones, que inicialmente serían de entre 750 y 1.000 euros, pero que podrían llegar a los 3.000 en caso de reincidencia, resaltó Botella.