El proyecto para el grupo Sant Jordi ha sido objeto de numerosísimas gestiones durante esta última década, dado que se trata de una intervención en unas viviendas en las que, en general, residen personas mayores y de una economía en general modesta.

Por ello, en la primavera de 2007, la Dirección General de la Vivienda de la Generalitat aprobó declarar estas casas como "Área de rehabilitación de escasos recursos", una figura jurídica que permitiría incrementar el nivel de ayudas a los vecinos, y, por tanto, reducir el montante de su desembolso.

Además, está previsto que las principales actuaciones -como ha ocurrido en otros bloques de viviendas similares- se hagan en las plantas bajas, en cuyo subsuelo se ubican los servicios comunes. Por ello, se pactó el realojo temporal de los residentes en estas viviendas, que iba a correr a cargo del Ayuntamiento. El propio alcalde Sedano convocó a los vecinos a una asamblea el pasado verano, justo tras la licitación de las obras, para explicarles que todo el proceso estaba en marcha y que se fueran "preparando" para los realojos.

De momento, todo ha quedado en agua de borrajas, ya que ni hay fecha para que las obras puedan comenzar ni tampoco, en consecuencia, para que los vecinos más afectados tengan que ser realojados, al menos hasta finales de este año.