Muy seguro de sí mismo, ilusionado y muy arropado por sus familiares y amigos, el alcoyano Alberto Fausto ha presentado su primera novela "El Síndrome De Korsakoff", el primer libro de una trilogía que trata sobre los límites a los que se ve arrastrado el ser humano por diferentes causas.

Su locura es escribir, su maldad estar muy seguro de sí mismo, y su espiritualidad el creer que todo en esta vida tiene su porqué. Estos son los límites de Alberto Fausto, un guardia de seguridad que a sus 22 años años tiene una editorial nacional que confía plenamente en él.

¿Qué es el Síndrome de Korsakoff?

Es una enfermedad mental real relacionada con la pérdida de la memoria. En la trama del libro varias historias entrecruzadas se verán unidas a través del Síndrome de Korsakoff. Cada libro tratará un límite. Éste trata la locura, el segundo será la maldad, un terror psicológico y el tercero será sobre la espiritualidad. Yo personalmente he llorado escribiendo la primera novela, desde el primer día me metí muchísimo en el papel de los protagonistas. Cuando terminaba a las dos de la mañana de trabajar me iba a casa y en vez de acostarme, me ponía frente a la pantalla del ordenador a escribir, estaba totalmente enganchandado, y a lo mejor, me volvía al trabajo sin haber dormido nada, pero estoy convencido de que va a funcionar en el mercado.

Ha escrito el libro en un año, y en unos meses ha conseguido sacarlo a la venta a nivel nacional. ¿Cómo lo ha conseguido?

Acabé el libro en septiembre y a partir de noviembre ya me puse manos a la obra con las editoriales. Lo envié a unas diez, de las cuales sólo dos me contestaron. La primera de ellas me dijo que no trabajan mi estilo de narrativa, y la segunda, Ediciones Atlantis, ha sido la que ha confiado en mí desde el primer momento y todo han sido facilidades para mí, me han tratado muy bien.

¿Qué se siente siendo nuevo en este terreno que una editorial nacional confíe tanto en usted?

Es un orgullo que confíen en mi en tan poco tiempo. Yo cuando recibí la carta de confirmación de la editorial, les llamé para darles gracias, y fueron ellos los que me las dieron a mí. Se están portando muy bien conmigo.

¿A quién le ha dedicado el libro?

Entre varias personas a mi madre. Cuando yo era pequeño mi madre pintaba y escribía y recitaba poesía, y de alguna manera, todo esto se lo debo a ella. Recuerdo que cuando era pequeño ella siempre me decia convencida que yo acabaría trabajando de esto, y yo inluso me cabreaba,y ahora, casualidades del destino, tengo clarísimo que quiero dedicarme a ello.